E
l Convencional radical Jorge Monge ingresará formalmente, este viernes, un proyecto que busca incorporar a la Constitución provincial la figura del Defensor del Pueblo. La figura del Defensor del Pueblo nació en Suecia para atender los derechos civiles individuales o derechos de primera generación y se fue expandiendo en el mundo adquiriendo competencia a medida que trascendían en importancia los derechos de segunda generación como lo son los económicos, culturales. Considerando que “ya en la actualidad todas las figuras que nacen en esta época tienen en cuenta los derechos de tercera generación” indicó el autor del proyecto a INFORME DIGITAL para agregar que se trata de “los derechos humanos de incidencia colectiva”. Este tema ha sido pensado por otros convencionales pero “teniendo en cuenta el análisis de cómo ha ido evolucionando esta figura” Monge plantea un proyecto mas abarcativo. “Queremos que la figura del Defensor del pueblo tenga competencia para velar por todos los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos frente a los actos, hechos u omisiones de la administración pública, de los prestadores del servicio público y nosotros le incorporamos: frente a la policía de seguridad y del servicio penitenciario”, informó. El radical dijo que su proyecto tiende a ser “una cuestión novedosa” frente a otros que han sido presentados ante la comisión de trabajo por la reforma constitucional por lo cual su idea se diferencia en cuanto que avanza en materia de seguridad e incorpora a las fuerzas que ejercen dicha seguridad. “Podríamos definir esto como: Derechos Humanos en y para la policía”, resumió. Sobre la incumbencia y facultades del Defensor El proyecto de Monge contempla la “facultad de iniciativa legislativa” del Defensor del Pueblo. Asimismo, mencionó que este representante tendría también “legitimación procesal” esto es que “el Defensor del Pueblo va a poder actuar en los estrados judiciales” cuando una causa lo amerite. Características del titular de la defensoría del pueblo Consultado, sobre la designación del Defensor del Pueblo en Entre Ríos el autor del proyecto declaró que este funcionario “debe ser de una estatura moral muy empinada, una persona mas allá del bien y del mal, de alta jerarquía moral”. Aunque la UCR se opone al apartado de la reelección esta vez hace una salvedad. Monge aclaró su disidencia en materia reeleccionista cuando se trate de cargos “donde hay un manejo discrecional y donde hay una conducción ejecutiva pero no en un órgano precisamente de control que pensamos para una figura impoluta, alguien de una sobrada autoridad moral que si cumple bien sus funciones no vemos por qué no pueda ser reelecto”. La duración aplicada en la nación para el cargo en cuestión es de cinco años y es la intención que la misma sea aplicable a Entre Ríos. En tanto, el Defensor del Pueblo sería elegido por los dos tercios de la totalidad de los miembros de cada cámara para que quede garantizado “un criterio selector de no poner a cualquiera en esa función”.