L
a denuncia del caso fue realizada por su actual propietaria, una mujer de 70 años, quien aseguró que la casona está ubicada en un campo de su propiedad de 14 hectáreas ubicado a unos 8 kilómetros de esa localidad. El viejo casco, ubicado a unos 150 metros de una calle vecinal, está construido con ladrillos y barro con techo de tejuelas, tirantes de pinotea y chapas de zinc el que se encuentra deshabitado desde hace unos tres años. El marido de la dueña, en las últimas horas, fue a recorrer el campo y se encontró que la casona estaba prácticamente destruida por un incendio, pero al revisar el lugar se encontró con “que había algo más”. Comprobó que faltaban cuatro puertas de madera de cedro de 2 metros de altura; 4 ventanas también de madera de cedro. En el interior de lo que quedaba de la casona había desaparecido un escritorio de pinotea antiguo, con una tapa corrediza grande y dos cajones. Al parecer, los delincuentes arrojaron combustible sobre el techo para luego iniciar el siniestro.