E

sa tendencia creciente en la demanda energética provocó períodos de zozobra en la primera mitad de enero, al calor de temperaturas extremas que azotaron la provincia, y que pusieron al borde del colapso a la distribuidora estatal Energía Entre Ríos SA (Enersa) por el excesivo consumo, principalmente debido a la abultada incorporación de equipos acondicionadores de aire. El Día D fue la madrugada del pasado 8 de enero, día en que la térmica llegó a los 43,3º en Paraná, cuando se vieron afectadas 12 subestaciones transformadoras de Enersa lo que dejó sin servicio eléctrico, por varias horas, a distintos sectores de la ciudad. “Hemos tenido una demanda extraordinaria, batiendo récord sobre récord, con una particularidad: ha sido un incremento muy fuerte en energía, o sea en horas de utilización de potencia”, dijo entonces Carlos Rodríguez, gerente de Distribución de Enersa. Todavía el verano no concluyó así que nadie se apresura a aseverar que esa situación no pueda repetirse. En enero la distribuidora Enersa registró consumos que fueron récords históricos. El martes 15, a las 14,30 hs., el nuevo récord fue de 480 megavatios (MW), superando a los 471 MW registrados el día 8. Según explicaron en la compañía, el aumento de potencia, en comparación con el mes de enero de 2007, fue de 55 MW. En términos gráficos, equivaldría a haber agregado una nueva ciudad de Concordia a la demanda total del sistema provincial. De igual modo, el total de energía operada el mismo día 15 también impuso un nuevo récord al ser de 10.137 megavatios/hora (MWh), mientras que el del día 8 de enero había sido de 9.674 MWh. De acuerdo a los datos a los que accedió EL DIARIO, el promedio de energía operada en enero último fue de 9.333 MW/h (con un pico el día 15 de 10.137 MW/h), un 15,6 % más que en igual mes de 2007, cuando el promedio fue de 8.073 MW/h. Aunque este año la temperatura media fue superior en tres grados a un año atrás: 34º y 31º, respectivamente. Pero si la comparación se establece entre 2006 y 2008, el aumento de la energía operada por el sistema tuvo un incremento del 18 %: pasó de 7.880 MW/h a 9.333 MW/h, con temperaturas casi parejas, 35º y 34º, respectivamente. A finales de diciembre, el Gobierno se sumó a la estrategia nacional, y adhirió al plan de uso racional de la energía con el cual pretendió disminuir el impacto de la alta demanda en verano. Una de las medidas de mayor impacto fue el cambio del uso horario, adelantar el reloj una hora, que se extenderá hasta el domingo 16 de marzo. Uno de los estandartes del plan fue, además, la sustitución de lámparas de alto consumo por las de bajo consumo en todos los edificios públicos, a lo que se agregó la regulación de los climatizadores de aire en 24 C°, el apagado de los equipos que quedan en stand by, y la no utilización de luces ornamentales en edificios públicos. La idea era repartir en todo el país en primer momento 5 millones de lámparas de bajo consumo, y en el largo plazo, llegar a las 20 millones de unidades. Pero más de un mes después de haberse lanzado aquel programa, en Entre Ríos todavía no hay certezas de cuánto llegarán las lámparas de bajo consumo, ni qué cantidad. De igual modo, en la distribuidora Enersa continúan apelando a la concientización de los usuarios en lo que hace al uso racional de la energía, punto sobre el cual continuarán trabajando en los próximos días por cuanto suponen que las altas temperaturas se extenderán hasta el mes de marzo. Raúl Arroyo, titular de Enersa, dice que lo que había que hacer en materia de repotenciación de instalaciones ya se hizo, y que de ahora en más “se está trabajando pensando en el próximo verano”. Y añadió que los problemas mayores ocurrieron cuando las temperaturas alcanzaron los 37 grados. “Por debajo de los 35 grados, no hemos tenido mayores inconvenientes. Esperemos que si las altas temperaturas vuelven, el sistema pueda responder satisfactoriamente”, aseveró. (Fuente: El Diario)