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otelo posiblemente conseguía la libertad en el próximo mes, pero cuestiones pendientes con internos lo pusieron ayer en una situación de la que hasta anoche nadie quería hablar. JOSÉ MERLO No hubo tensión ni amotinamiento, pero la reyerta finalizó en un homicidio. Anoche la situación interna del penal volvió a la normalidad, según aseguraron sus autoridades. Un conocido personaje del hampa paranaense encontró el final de su vida ayer por la tarde, dentro de las instalaciones de uno de los pabellones de la Cárcel Juan O´Coonor, o mejor conocida como la Unidad Penal 1 de Paraná. Se trata de Yamil Sotelo, un hombre de 32 años, que desde hace más de una década comenzó a ser “famoso” en jurisdicción de la comisaría cuarta, donde se movilizaba territorialmente, cometiendo hechos delictivos que lo llevaron a ser finalmente atrapado y condenado por la justicia. Posiblemente iba a conseguir la libertad en el próximo mes de marzo, pero cuestiones pendientes con otros internos lo pusieron ayer en una situación de la que hasta anoche nadie quería hablar y sólo se espera ahora que otro interno que resultó gravemente herido y al que se le estaría endilgando esta muerte, sea indagado. De Marcos Albornoz -de 27 años- se habla, quien cumple una condena de 14 años por varios delitos graves. LOS HECHOS. Acababa de finalizar la hora de visitas e incluso había algunos familiares de presos aún dentro de las instalaciones cuando sucedió el incidente -todos debieron ser desalojados de la Unidad Penal con rapidez, al darse la voz de alarma por una reyerta generalizada en el pabellón modelo-. Cuando los guardiacárceles lograron ingresar, tras convenir con los restantes internos que no iba a existir violencia y ante los gritos de algunos de ellos acerca de que varios estaban heridos, se solicitaron ambulancias y apoyo policial. Al desalojar a los más exaltados y a tres heridos leves, sólo quedaron en el lugar Albornoz, que debió ser llevado con una herida de arma blanca en el pecho al Hospital San Martín y Sotelo, cuyo cuerpo yacía sin vida. El lugar se preservó hasta la llegada de la jueza de Instrucción Patricia Yedro, la que fue informada acerca de lo ocurrido y de que no existían intenciones de amotinamiento ni planteos generales, sino una cuestión particular que finalizó en un homicidio. Por un tiempo prudencial, permanecieron integrantes del Cuerpo de Operaciones Especiales y del grupo GIA, como también Bomberos Zapadores y ambulancias en apresto, haciéndose cargo de la situación interna el director de la Unidad Penal, José Luis Mondragón, quien deberá informar administrativamente lo ocurrido, al margen de la investigación penal que se inició por la muerte violenta.