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��Mientras se habla de construir Garabí, otra represa sobre el río Uruguay, la más conocida de las hidroeléctricas (Salto Grande) apenas funciona; entretanto en Brasil las represas de Itá, Machadinho, Passo Fundo y Barra Grande se quedan con el agua y se quiere construir quince represas más”, aseguran. Salto, Uruguay, 1 febrero 2008. - Por falta de agua, la represa de Salto Grande está generando energía solamente con tres turbinas para mantener la cota del embalse en un nivel aceptable. Afirman que la generación eléctrica de la represa estará restringida hasta que no mejore la situación. «Hay muy poca agua simplemente porque no ha llovido», manifestó el presidente de la Comisión Uruguaya ante la Comisión Mixta de Salto Grande, Enrique Topolansky. Por su parte el director de la Fundación PROTEGER, Jorge Cappato, aseguró en u comunicado enviado a INFORME DIGITAL, que “mientras se habla de construir Garabí, otra represa sobre el río Uruguay, la más conocida de las hidroeléctricas (Salto Grande) apenas funciona; entretanto en Brasil las represas de Itá, Machadinho, Passo Fundo y Barra Grande se quedan con el agua y se van a construir quince represas más en la Cuenca del Uruguay”. “Esto evidencia la falta de coordinación entre los países, la carencia de una política de manejo de los recursos hídricos compartidos en la Cuenca del Plata. Lo advertimos cuando las Cataratas del Iguazú se secaron en junio de 2006 por la retención del agua en las represas y luego en 2007 cuando arreciaron las noticias sobre la presión para construir nuevas represas y megaplantas de industrias sucias. Menos caudal y más contaminación es una ecuación que no cierra”, señaló. “Todo indica que vamos hacia un verdadero caos en la Cuenca. Las grandes obras y las transformaciones insustentables a gran escala están generando crecientes conflictos entre sí y con la gente. El descenso del agua subterránea a causa de los monocultivos es parte de lo mismo. Los impactos negativos se potencian y se acumulan –habrá un costo social muy grande”, subrayó Cappato, quien es también el coordinador nacional del Comité Argentino de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). Preocupación por el agua potable «La obligación nuestra es mantener el agua potable a las ciudades que se encuentran aguas abajo, fundamentalmente Salto y Concordia, por lo cual se mantiene una reserva en el lago», subrayó Topolansky. El funcionario afirmó que la generación eléctrica de la represa Salto Grande es restringida hasta que no mejore la situación en lo referente a precipitaciones, y así se mantendrá hasta que cambien las condiciones. La distribución de la energía se realiza a través de los despachos de carga de ambos países, Argentina y Uruguay. Topolansky sostuvo que actualmente Uruguay está consumiendo toda la energía que le corresponde, es decir el 50% de lo que se produce, aunque hay momentos en los que por razones estratégicas le vende a la Argentina; «pero ahora con tan poca energía producida, Uruguay toma el 50% que le corresponde». Tres turbinas funcionando Topolansky señaló que de las 14 turbinas existentes, se encuentran en funcionamiento solamente tres. Indicó que en épocas normales lo generado por Salto Grande cubre entre el 60% y el 70% del consumo de Uruguay, «pero actualmente sólo genera el 5% de la demanda». En cuanto a las previsiones de lluvia, dijo que para la presente semana son de 10 milímetros, divididos en dos episodios, «lo que no da ni siquiera para que llegue algo al lago». Si bien este enero es seco, no es de los peores de los últimos 29 años. Actualmente en los vertederos pasan 1.600 metros cúbicos de agua por segundo. «La estadística muestra que hubo 10 enero más secos que el actual», señaló Topolansky.