E
n tanto, los investigadores de la Policía provincial sospechan que la mujer -acusada de asesinar de 12 puñaladas a la contadora Patricia Marina Tonón en su estudio- no actuó en forma “premeditada”, sino que lo hizo en medio de una “reacción repentina”. Así lo señaló ayer el jefe de la Unidad Regional local, el comisario Alejandro Moschen, quien reiteró que el caso “está aclarado” en cuanto a la investigación policial, aunque la Justicia es más cauta en ese aspecto. La detenida fue trasladada ayer por la mañana -en un móvil policial y con la cabeza cubierta- hacia los Tribunales, donde escuchó los cargos que hay en su contra pero se negó a declarar. Luego, fue llevada nuevamente hacia la sede de la Jefatura Departamental de Gualeguay, donde permanecerá alojada. En tanto, se informó que le fue levantada la incomunicación que pesaba en su contra desde la madrugada de ayer, cuando había sido detenida acusada por el crimen. La Justicia tiene un plazo de 10 días para resolver la situación procesal de la detenida. PUNTO DE VISTA. Ayer de mañana, el jefe de la Unidad Regional local consideró que de acuerdo con la investigación, la imputada por el hecho no habría ingresado al estudio de la víctima con la finalidad de asesinar a la contadora. “Al parecer, hubo una mala contestación, un cruce de palabras entre estas dos personas, que derivó en una reacción inesperada”, opinó Moschen. Pese a no reiterar su convicción de que el caso está “esclarecido”, expresión con la que entró en disidencia la jueza que lleva la instrucción, Alejandra Gómez, el comisario aseguró que el episodio está “aclarado” en lo que hace a la investigación policial. En ese sentido, expresó que se han obtenido “el 90 por ciento de las pruebas necesarias”. No obstante, señaló que la jueza “ha expresado con mucha sapiencia que el caso no está esclarecido porque la investigación recién empieza en su etapa judicial”. La jueza Gómez admitió que le llamó la atención el ensañamiento utilizado en el crimen, ya que los resultados preliminares de la autopsia indican que la contadora recibió un total de 12 puñaladas, una de ellas, de considerable profundidad, bajo el mentón. “Se nota que hubo un ensañamiento debido a la gran cantidad de cortes. Más allá del robo -ya que se encontraron algunos elementos en poder de la detenida, pertenecientes a la víctima-, quizás hubo otro tipo de cuestiones entre estas dos personas. Es lo que se va a investigar”, explicó la jueza Gómez.