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orge Busti fue electo presidente de la Convención y luego dirigió un discurso a los constituyentes. Quedó Rosario Romero, como vicepresidente; el ex senador nacional de la UCR, Luis Agustín Brasesco como vicepresidente 1º; al ex integrante del cuerpo de abogados de la Cámara de Diputados Emiliano Acharta, como vicepresidente 2º; al ex presidente del Colegio de Abogados Marciano Martínez, como vicepresidente 3º y el abogado y profesor de derecho constitucional de la UCA Paraná Julián Acebedo Miño como vicepresidente 4º. Además quedó establecida la Comisión de Peticiones, Reglamentos y Presupuestos, que redactarán el reglamento de funcionamiento de la Convención (ver: los que deciden...). Se estableció que este martes a partir de las 9, en el Instituto del Seguro será la primera reunión. Y se fijó la próxima sesión para el 6 de febrero, a las 17, en el Consejo General de Educación (CGE). Urribarri: "Hagan una constitución para el pueblo y no para las bibliotecas" “Señores convencionales, ustedes están haciendo historia. Hagan honor a ella y denle a Entre Ríos las mejores armas para batallar su futuro”. Con esta frase, el gobernador Sergio Urribarri finalizo su mensaje a quienes serán los responsables a partir de hoy de reformar la Constitución Provincial de 1933. Además, los instó a que “hagan una reforma con personalidad propia, profunda, relevante, moderna, motivante, inspiradora, esperanzadora”. El mandatario dejó inaugurada hoy la Convención Constituyente, en un acto que se desarrolló en el Teatro 3 de Febrero de la ciudad de Paraná. El acto comenzó pasadas las 19 en un Teatro ambientado para la ocasión y colmado por los convencionales, sus familias, legisladores nacionales y provinciales, intendentes, funcionarios, miembros del Poder Judicial e invitados especiales. El gobernador arribó a las 19.20 y fue recibido por el vicegobernador, José Lauritto, y por el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Daniel Carubia. Tras el ingreso de las banderas de ceremonia -portadas por cadetes de la Escuela de Policía y Dragones de la muerte- y la entonación del Himno Nacional, el mandatario brindó un mensaje que se extendió por aproximadamente diez minutos y que mereció aplausos espontáneos del público en varias oportunidades. Agradecimiento y pedido Urribarri destacó “la paciencia puesta de manifiesto por los principales impulsores de esta reforma, particularmente el doctor Jorge Busti, y la buena voluntad de los principales partidos políticos, como el radicalismo, el socialismo y otras fuerzas para acompañarla”, porque “han creado el clima de armonía necesario para discutirla en libertad”. “La ciudadanía entrerriana les agradece a los principales dirigentes, algunos aquí presentes, este gesto de convivencia y apertura que contribuirá, sin dudas, a legitimar aún más los resultados finales de esta reforma”, apuntó. Y dirigiéndose luego a los convencionales de Entre Ríos, les advirtió: “Pueden hacer una reforma de manual, un aggiornamiento a las reformas de la Constitución Nacional; o pueden hacer una reforma que contribuya a reforzar la ciudadanía, la soberanía popular, la preeminencia de los intereses de los ciudadanos por sobre los intereses de los gobiernos. Y no estoy hablando de una revolución. Estoy hablando de las normas que la provincia necesita para restablecer sus pisos de calidad institucional de cara a los desafíos de la sociedad moderna”, enfatizó. Apeló luego al compromiso de los convencionales: “Les pido que vean la provincia de cara a las oportunidades únicas que se le han abierto. Les pido que imaginen la provincia en la que desean que vivan sus hijos o sus nietos. La Constitución del 33 es casi una genialidad. Y nos hubiera ido mucho mejor si hubiéramos seguido fielmente, no sólo su letra, sino su espíritu, su visión”. “Hagan entonces una reforma con personalidad propia. Profunda. Relevante. Moderna. Motivante. Inspiradora. Esperanzadora. Una constitución con instinto ciudadano, reforzadora de las libertades públicas de los entrerrianos. Una constitución de espíritu integrador del territorio. Sin zonas de nadie, sin ciudadanos librados a su suerte en la zona rural. Una constitución para llevar en el corazón y en el espíritu. Una constitución para cumplir y admirar. Y no para ignorar. Una constitución con obligaciones claras de los gobiernos en relación a los ciudadanos, con derechos claros de los ciudadanos en relación a los gobiernos. Una constitución para el pueblo y no para las bibliotecas. Una constitución que dé libertad a los gobiernos para gestionar y organizarse, pero que amplíe fuertemente el control real de los ciudadanos sobre el gobierno y los poderes constituidos. Una Constitución que fortalezca a la democracia y no al poder. Una constitución que resguarde los sueños de los que han decidido vivir en este lugar del mundo”, los instó. “Entre Ríos y el país están a las puertas del bicentenario. Entre Ríos debe encontrar entonces las bases de apoyo donde sustentar su relanzamiento hacia la sociedad moderna. Y esa sociedad se basa en la educación de calidad para todos sus ciudadanos, porque es el único camino para ir a una sociedad más justa”, acotó luego. “Ningún preconcepto debe obstaculizar el desarrollo de las plataformas institucionales estatales y públicas para lograr tal fin. Recuerden que a la sociedad moderna, a la sociedad sin pobres y excluidos por razones de nacimiento se va por el único camino de la educación de calidad”, concluyó. Lauritto: “Es una oportunidad histórica” El vicegobernador José Eduardo Lauritto sostuvo, en diálogo con la prensa: “Después de 75 años, nuestra provincia podrá reformar su Carta Magna y con ello tendrá la oportunidad histórica de mejorar sus instituciones y de garantizar a todos los entrerrianos, sin distinciones políticas, religiosas, económicas o de cualquier otra índole, una mejor calidad de vida”. El presidente del Senado coincidió con Urribarri al agradecer “el esfuerzo del ex gobernador Jorge Busti y a la generosidad de muchos hombres y mujeres del entorno político institucional. Por ellos se pudo lograr este sueño que hoy es una realidad. Queda ahora en manos de los convencionales la tarea de lograr una Constitución moderna, federal y representativa, que brinde a los entrerrianos garantías suficientes para su bienestar”, acotó. Finalmente, Lauritto aseguró: “Serán ellos los que pasarán a la historia de esta provincia que tanto ha hecho por la organización nacional”. Busti: “Convencionales, a las cosas” Textual de su discurso: Nos encontramos reunidos en este lugar, símbolo de la ciudad capital y de la Provincia de Entre Ríos, en fecha 22 de Enero de 2008, a los fines de iniciar con la histórica tarea de reformar nuestra Constitución Provincial, con más de setenta años de vigencia, todo por elección y voluntad del pueblo de la Provincia de Entre Ríos. Nuestra Constitución solo puede reformarse por una Convención especialmente nombrada para ese efecto por el pueblo de la Provincia , en elección directa (de conformidad al artículo 216 de la misma). Somos los representantes del Pueblo siendo la reforma el patrimonio de todos, producto de la unidad de los entrerrianos en la diversidad de ideas y pensamientos, y teniendo en su origen un consenso social generalizado. Todo poder reside en aquella legitimidad social y, que otro, que el poder supremo constituyente para ser fiel reflejo de ello. El poder constituyente es la manifestación primaria del poder que se ejerce en una sociedad política, para establecer una organización jurídica y política fundamental y fundacional mediante una Constitución, y para introducir en ella las reformas parciales o totales que se estimen necesarias con el objeto de cristalizar jurídicamente las modificaciones que se producen. Se trate del poder constituyente originario o del poder constituyente derivado, nos encontramos en presencia de la manifestación de una potestad extraordinaria y suprema. Extraordinaria porque solamente se ejerce, y con exclusividad, para dictar o reformar una constitución; y, suprema, porque configura la máxima manifestación del poder político. Este proceso que se inicia significa la superación, en respeto de la pluralidad y las diferencias, de todos aquellos años posteriores al retorno de la democracia, lo que trajo consigo un fuerte proceso transformador del Derecho Público Provincial, lo que sucedió en muchas Provincias y dio marco a la reforma de la Constitución Nacional , para posteriormente proseguir en aquellas provincias que no lo habían hecho. Entre Ríos tiene ante sí la oportunidad única de lograr que el tiempo esperado para reformar nuestra Carta ilumine los pasos a seguir con la experiencia brindada por nuestras provincias hermanas y por la Nación. El escenario de 1933 no es el mismo, ni lo será en el futuro, el Mundo ha cambiado y nuestra Provincia no ha sido la excepción. Basta con mencionar que, el 04 de Agosto de 1933 en Paraná se publicaba como un gran avance el reconocimiento del derecho electoral de la mujer, avance histórico, más allá que nunca se haya instrumentado en Entre Ríos y recién en 1952 se haya plasmado a nivel nacional, cuando hoy la igualdad entre hombres y mujeres es una realidad cercana y con expreso reconocimiento nacional e internacional. Es necesario y forma parte de nuestra gran responsabilidad adecuar la Constitución legada por los Convencionales de 1933 a la situación actual, dentro del contexto regional e inserción nacional e internacional. No debemos olvidar ni ignorar la historia transcurrida, y a la vez seamos “generosos” y entreguemos a nuestro pueblo una Constitución que perdure y en la cual puedan encontrar soluciones a sus problemas y realidades y estabilidad en las instituciones todas las generaciones futuras que la reciban, ya quizás no de nuestras manos pero si de nuestra pluma. Es la Constitución la que, a partir de su artículo 216, nos permite realizar la reforma. Es la Ley 9.768 la que, en cumplimiento de la misma, nos da el marco dentro del cual debemos trabajar. No debemos olvidar que somos un poder constituyente derivado que se somete a normas jurídicas preexistentes. Asimismo, debemos respetar el contenido pétreo plasmado expresa o tácitamente. Y no olvidarnos que, al margen de nuestras creencias y convicciones, existen la dignidad, la libertad, la justicia social y otros valores que establecen límites. Somos los primeros que tenemos que respetar nuestra norma fundamental y dentro de ese marco la adecuaremos para todos los entrerrianos. Una Constitución carecerá de legitimidad si no refleja cabalmente las necesidades y aspiraciones permanentes de una sociedad, junto con las soluciones que deberán ser instrumentadas para satisfacerlas. Una constitución sancionada prescindiendo de la intervención del pueblo no podrá tener legitimidad en un sistema democrático constitucional. El constitucionalismo actual nos muestra la necesidad de una mayor democracia y participación popular, la ruptura de la división clásica de poderes con la creación de órganos extrapoder, la enunciación de nuevos derechos, la ampliación de las garantías, la acentuación de la desconcentración de funciones y atribuciones con el reconocimiento y autonomía de los municipios, y muchos otras realidades que debemos receptar, estudiar, debatir y plasmar en nuestra Carta. También debemos recordar que la Constitución diseña la arquitectura del Estado Provincial y prescribe las facultades, atributos y competencias del mismo y los derechos y garantías de los particulares; asimismo, perfila la ideología del Estado e indica sus metas supremas y fines. Si bien haremos un documento jurídico, no podremos prescindir de los valores institucionales y sociológicos. La eficacia de la carta a sancionar dependerá de su perdurable adecuación a la realidad social y política, de su capacidad para interpretar las necesidades y objetivos de una sociedad, y de su aptitud para suministrar los instrumentos idóneos destinados a satisfacer las aspiraciones razonables de los integrantes de la comunidad política. Debemos comenzar por tomar partido por una ideología común, la concepción del Estado de Derecho como forma de manifestación del poder estatal sujeto a las propias normas dictadas, pero no en un sentido formal sino en contenido y esencia, en un sistema que este revestido de las propiedades necesarias para garantizar la vigencia de los derechos fundamentales del ser humano. Garantizar el cumplimiento de esta Constitución en todo tiempo y la aplicación de sus preceptos. Todo trabajo comenzará por valorizar los derechos humanos, esencia ineludible de toda norma, lo cual implica, la protección de la persona en si y su dignidad por la única condición de tal. Debe considerarse la igualdad real como meta y la especialidad en la protección de aquellos que así lo requieren: niños, ancianos, discapacitados. Mujeres y Hombres en pie de igualdad. Se debe garantizar la participación popular en todos los ámbitos: económico, cultural, social, político. Se deben ampliar las normas y mecanismos sobre democracia participativa y semidirecta. No deben olvidarse los actores sociales: personas, grupos, organizaciones, asociaciones de diversa índole. Deben consagrarse formas de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la Provincia y la protección de las actividades que desenvuelven en pos de un futuro mejor. Debe defenderse el medio ambiente, que es patrimonio común de todos los entrerrianos y establecer el principio de desarrollo sustentable que mejor consienta los intereses presentes y futuros. Deben aumentarse las garantías de control del Estado Provincial y sus organismos, en el marco de la transparencia y la información pública. Deben ampliarse y mejorarse las garantías, lo que permita la protección de los derechos consagrados y el normal desenvolvimiento de la actividad pública. Debe considerarse todas las normas vigentes de nuestra Constitución en la voluntad de los convencionales del ´33 y con la proyección y evolución dada en el tiempo pasado, con más el cambio de las circunstancias sociales y las valoraciones, y adecuarlas a los tiempos presentes mediante su revisión, reforma, actualización o modificación. Señores Convencionales estamos ante la oportunidad de legar a nuestros hijos y nietos y a todas las generaciones presentes y futuras, sin olvidar nuestro pasado, una Constitución digna de nuestra querida Provincia de Entre Ríos, de su historia federal, de sus luchas, de sus logros. Estamos viviendo un momento que seguramente mañana estará en la historia. Espero que todos estemos a esa altura. El pensador español Ortega y Gasset que amaba la Argentina y que alguna vez confesara que su viejo sueño era ser argentino, reflexionaba que había llegado la hora en el país de achicar la distancia entre la realidad y el ideal. Por eso mismo acuño una frase que hasta hoy tiene plena vigencia: “Argentinos, a las cosas”. En este día histórico para la provincia digo… “Convencionales: Actuemos con grandeza. Busquemos todos los consensos posibles. Trabajemos pensando en las futuras generaciones. Hagamos realidad los sueños. Despojémonos de las pequeñeces para tender puentes de unidad. Unámonos pensando lo mejor para esta Entre Ríos que amamos tanto. El pueblo nos está escuchando y ese mismo pueblo nos juzgará. Es por esto que me permito decir… “Convencionales, a las cosas”.