E

l intenso operativo policial que se dispuso en la ciudad de Paraná, abruptamente fue trastocado por una inusitada situación de violencia que eclosionó en el Parque Urquiza, en inmediaciones del monumento al prócer entrerriano. Allí, al menos tres grupo de jóvenes de distintos barrios chocaron para saldar diferencias que habrían surgido en la misma madrugada del lunes en el paseo de la capital entrerriana. A causa del descontrol y el frenesí tres jóvenes debieron ser detenidos por el desorden, siete menores internados en el San Martín con lesiones leves y un policía derivado a una clínica producto de que le rompieron en la cabeza una botella de sidra. De acuerdo a lo informado por la Policía, cerca de las 6.30 en la fresca y soleada mañana del lunes, se comenzaron a escuchar gritos, corridas y peleas en cercanías al monumento a Urquiza. En ese sector chocaron al menos tres grupos de distintos sectores de la ciudad, con diferencias no sólo geográficas, sino también sociales. El motivo de la pelea inicial fue que dos muchachos del centro de Paraná, agredieron a un joven del Pancho Ramírez en cercanías del hotel internacional. La respuesta de los amigos del agredido no se hizo esperar, como así también las peleas entre otras personas que comenzaron a tomar postura a favor y en contra de los generadores del conflicto. Desde la Policía se indicó que 10 patrullas fueron convocadas. Móviles de la comisaría primera, segunda, quinta, octava, del Comando y de la División Cuerpo y Guardia de la Jefatura Departamental debieron apostarse con el fin de tratar de controlar la batalla campal. La versión oficial destaca que los grupos en pugna eran al menos tres. Cada grupo de 10 a 15 jóvenes de entre 13 y 20 años se buscaron hasta poder golpearse en un estado de ebriedad importante. Un grupo estaba integrado por mujeres y varones del centro de Paraná, y los dos o tres restantes del eran de los barrios Pancho Ramírez, San Agustín y la zona de avenida De las Américas. Los 30 uniformados que se situaron en el Parque tuvieron la precisa orden de no responder la agresión, pero sí controlar las peleas y desconcentrar a los jóvenes. Aunque frente a la agresión recibida debieron extremar los operativos que finalizaron con la detención de tres jóvenes de 14, 15 y 19 años que fueron derivados a la División Minoridad. En medio de los traslados, también fueron convocadas varias ambulancias para llevar hasta el hospital San Martín a siete menores entre mujeres y varones quienes padecieron golpes y escoriaciones a causa de las reyertas cruzadas entre los grupos en pugna. El momento de mayor tensión se produjo con el traslado de un suboficial de policía que se encontraba de civil. El hombre de 24 años que trabaja en la Departamental de Paraná estaba asistiendo a una adolescente lesionada, cuando desde atrás un joven enfurecido lo golpeó con una botella de sidra. El policía fue internado con lesiones de consideración en la zona craneal. Tras una hora de trabajo policial, el Parque volvió a la calma, pero en las veredas y las calles quedaron las marcas de la batalla campal: botellas rotas, remeras, corchos de todo tipo, mezclados con gorros de navidad y manchas de sangre. (UNO)