L
a construcción de una empacadora de arándanos y la conformación de una cooperativa de productores es el primer ejemplo concreto de un trabajo mancomunado entre el sector público y privado, en pos de mejorar la rentabilidad del eslabón primario de la cadena y llegar, incluso, a exportar directamente a los Estados Unidos. Estos son los avances que exhibe Chabás, una comuna santafecina que intenta replicar un sistema de trabajo en otras regiones del país. Esta comuna, ubicada a 80 kilómetros de Rosario y con una población estable de 8000 habitantes, está desarrollando desde hace unos años un sistema de trabajo público-privado orientado a bajar la tasa de desocupación, reinsertar a los productores primarios en el circuito y fomentar alternativas a la explotación tradicional extensiva. En concreto, la comuna acompaña a los emprendedores en el proceso de solicitud del crédito -sea cual fuere la escala- y garantiza que se allanen diferentes obstáculos. En algunos casos, es el propio municipio el que recibe el dinero y en otros realiza un acompañamiento del productor, para que se agilicen los trámites. Por más fondos "A raíz de los resultados positivos que hemos tenido, ahora estamos presentando proyectos de mayores montos, de hasta $ 1 millón, con muy buenos resultados", aseguró Patricia Lobato, coordinadora del Departamento de la Producción de Chabás. Este año, la comuna recibió alrededor de $ 300.000 para la construcción de la empacadora de arándanos; otros $ 400.000 provenientes del Ministerio de Desarrollo de la Nación para una planta de elaboración de escabeche, que será la única habilitada en Santa Fe por el Senasa con las condiciones necesarias para poder exportar. "Además, hemos construido un salón de ventas para promocionar y vender productos regionales, no sólo de nuestra localidad, sino de Entre Ríos y San Juan, entre otras provincias", explicó la funcionaria. En la mayoría de los casos, es el municipio el que arma los proyectos. "Y nos dirigimos directamente a los técnicos específicos en cada lugar donde gestionamos el crédito, para que sean ellos los que nos sugieran los cambios para que el proyecto esté en las condiciones justas para ser aprobado", detalló Lobato, que también especificó que la tasa es subsidiada al 6% anual sobre saldo. "El recupero es altísimo, del 80%, y la devolución se realiza en función de la producción." Uno de los casos más concretos de éxito del trabajo mancomunado de lo público y lo privado es el caso de la cooperativa de productores de arándanos. Héctor Busilacchi, presidente de la cooperativa y asesor de la mayoría de los campos, fue además quien comenzó a armar el proyecto en 1996, cuando en el país había apenas unas 10 o 20 hectáreas de arándanos. En la actualidad, son 5000 las hectáreas plantadas en el país: "Una locura", enfatiza Busilacchi, y aclara que aún existen muchos problemas de logística y comercialización que complican el negocio. La cooperativa está integrada por más de 30 establecimientos, ubicados en su mayoría en el centro y sur de la provincia de Santa Fe, y algunos en Córdoba. Son más de 100 productores, asociados en sus planteos. El campo más grande de la cooperativa tiene 8 hectáreas y la mayoría están en una escala entre las 2 y 5 hectáreas. En total, son unas 100 hectáreas implantadas. Este año, la cooperativa logró superar las 100 toneladas, "un verdadero récord, a partir de los buenos rendimientos. Tanto es así, que en algunos casos hasta hemos tenido problemas con la mano de obra para cosecha", reconoció Busilacchi. La demora en la cosecha ocasionó que en algunos casos la fruta se pasara un poco y que hubiera tenido que destinarse a congelado. Según la calidad, el arándano se puede destinar a la exportación en fresco o en forma congelada, muy demandada por la industria. La fruta congelada cotiza hoy entre los US$ 2,30 y US$ 2,70. En cambio, la fruta que se proceso varía "según el pico que se dé en la campaña, pero hemos tenido valores que van desde los US$ 10 o 12 hasta los US$ 3". La logística, un problema "Durante el pico de la cosecha argentina ya nos estamos encontrando con problemas producto de la logística", dijo el presidente de la cooperativa de Chabás. Este año volvió a producirse un cuello de botella que podría repetirse en los próximos hasta que se resuelvan los problemas. "Estamos conversando con las autoridades para que entiendan la situación y descompriman la salida de la producción", agregó Busilacchi. Una de las estrategias posibles es derivar parte de la producción en barcos con atmósfera controlada, para desfasar el arribo a la demanda externa. "Pero debe ser fruta de muy buena calidad", explicó el presidente de la cooperativa de Chabás. A pesar de que la demanda del arándano sigue aumentando, Busilacchi cree que habría que trabajar con el Estado en una regulación o programación en todo lo que es producciones no tradicionales, para garantizar la rentabilidad del productor.