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abaré Vázquez ordenó levantar durante las fiestas el cierre de la frontera en el puente San Martín, que comunica a las ciudades de Gualeguaychú y Fray Bentos. El cordón policial que impide cruzarlo fue dispuesto por el presidente uruguayo cuando Botnia empezó a funcionar, para impedir que vecinos hagan manifestaciones en la puerta de la planta. Ahora, según informó el Ministerio de Defensa uruguayo, la frontera será reabierta mañana y hasta el 2 de enero. Tras el anuncio, en Gualeguaychú la asamblea comenzó a debatir si impulsará una marcha al otro lado del río durante esa semana. Lo que está prácticamente descartada es la idea de que vayan a levantar su corte de ruta. “De ninguna manera creo que el ánimo sea ése, sino todo lo contrario: estamos firmes en nuestra decisión de seguir manteniendo nuestro reclamo para que Botnia se vaya del río Uruguay”, señaló Jorge Fritzler. La asamblea sostiene el corte de la ruta de acceso al puente desde el 20 de noviembre del 2006, día en que el Banco Mundial aprobó los créditos que le permitieron a Botnia terminar su construcción. La próxima Navidad, la protesta cumplirá 400 días. Los vecinos pasaron la anterior Nochebuena en la ruta y todo indica que la escena volverá a repetirse para estas fiestas. El intendente del departamento uruguayo de Río Negro, Omar Lafluf, contó que la apertura se resolvió a su pedido “para que en las fiestas la gente que tiene familiares en el otro país pueda transitar sin inconvenientes”. Lafluf mantiene una pelea pública con la asamblea (fue, por ejemplo, a su pedido, que el gobierno uruguayo llegó a desplegar al ejército en la zona para “cuidar” el predio de la fábrica). Ayer, luego de mostrar su iniciativa como un gesto en favor del diálogo, planteó que Gualeguaychú debería hacer lo mismo si no quieren perjudicar “estas tradicionales fiestas, que son de la familia”. Del otro lado del río le replicaron que el bloqueo tuvo siempre un carácter comercial, ya que aquellas personas que necesitaron cruzar por razones familiares o humanitarias siempre obtuvieron el permiso para hacerlo... hasta que Vázquez cerró la frontera. “Todos los días pasaban en promedio unos 30 coches a los que la asamblea les abría el paso porque llevaban enfermos, por fallecimientos o a jubilados que tenían que cobrar sus haberes. Ese tránsito quedó totalmente interrumpido cuando Uruguay cerró formalmente el tránsito en el puente”, señaló Gustavo Rivollier. Otros, como José Pouler, diferenciaron una medida de la otra al señalar que el cierre de la frontera por parte de Vázquez fue una “medida gubernamental” mientras que el bloqueo argentino es una “manifestación social”, originada además en “un reclamo justo”. Aunque la discusión sobre el posible cruce de los asambleístas al Uruguay mantiene un tono encendido, la realidad es que los argentinos están cruzando para encontrarse con sus pares de las asambleas uruguayas. Así lo hicieron el domingo pasado para participar en un encuentro realizado en Tacuarembó con vecinos, pequeños productores y ambientalistas del otro lado del río. En esta asamblea regional, acordaron realizar manifestaciones conjuntas el próximo 26 de enero, día de la lucha contra la globalización, y se empezó a pensar en una marcha en Montevideo. También votaron enviar una nota al nuevo Banco del Sur pidiéndole que no financie actividades vinculadas al modelo pastero y nombrar “adelantado ambiental” a Eduardo Galeano. En el encuentro se vio cómo se van formando en otras localidades uruguayas nuevas asambleas. La gente de Gualeguaychú piensa que para lograr la relocalización de Botnia deben mantener el tema en la agenda, y al mismo tiempo generar un cambio de la opinión pública en el país vecino, “pero ése es un trabajo puerta a puerta que difícilmente podamos conseguir nosotros: lo tienen que impulsar los propios uruguayos”. Por esto, son muchos los vecinos que hablan de manifestar contra Botnia pero con acciones que no agraven el enfrentamiento entre uruguayos y argentinos, ni las posturas xenófobas. (Página 12)