C
uando los uniformados lograron tenerlos al alcance, los redujeron para identificarlos y analizar cual era el propósito de la trepada por el lugar. Pocos minutos después descubrieron que serían los autores de un boquete en uno de los negocios del lugar, afectando a la firma Ego Comelli, una peluquería donde se habrían estado efectuando algunas reformas. No solamente habían robado allí, según la fuente policial, sino que también habían removido dos motores de heladeras comerciales, los que dejaron preparados para ser llevados. Los sospechosos, dos hermanos de apellido Espíndola, de 31 y 24 años, fueron trasladados a la comisaría segunda y de allí directamente a la alcaidía de tribunales a disposición de la justicia de turno.