E
l fiscal uruguayo Enrique Viana pidió informes al gobierno de Uruguay sobre el posible traslado de sustancias tóxicas en las barcazas de la empresa Botnia. Así lo informó el diputado provincial y asambleísta Osvaldo Fernández, quien agregó que el fiscal sospecha de la excavación de ocho pozos supuestamente no declarados en la zona franca de Botnia De acuerdo a lo anticipado por el legislador, el fiscal se pregunta si se “ha tomado conocimiento de que en el interior de la zona franca que ocupa Botnia, se habrían verificado una serie de ocho perforaciones a profundidades que oscilarían entre los 60 y 100 metros”. Viana añade que “en ocasión de la operativa vinculada a la citada fábrica, se verificará, desde la zona portuaria de Nueva Palmira hasta la de Fray Bentos, el periódico traslado de productos químicos de alta toxicidad por vía de navegación en aguas del río Uruguay, con los sabidos peligros ambientales que ello entraña”. “El fiscal Enrique Viana ha presentado pedidos de informes que son para preocuparse”, evaluó Fernández, y sostuvo que “es una responsabilidad de la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) ponerse en acción de inmediato para exigir respuestas de parte de la delegación uruguaya, porque estaríamos ante violaciones del Tratado del Río Uruguay”. La diplomacia uruguaya sostiene que La Haya no dará una solución Explican que si uno de los países sale derrotado en el Tribunal, quedará descolocado; y que si el fallo es salomónico, “será lo mismo que nada”. Señalan que Tabaré Vázquez “no entendió que Néstor Kirchner siempre toma decisiones por cuestiones domésticas” y que el presidente argentino, a diferencia de Perón, al pelear con Tabaré se quedó sin amigos en el Uruguay. fray bentos. Autoridades uruguayas se instalaron allí esta semana para seguir de cerca el arranque de Botnia. “La planta de Botnia está funcionando a pleno; a partir de ahora la cuestión es si hay contaminación o no. Este es un problema ambiental, no jurídico; es una cuestión del presente, no del pasado. Por eso el Tribunal de La Haya no puede dar una solución”, señaló el ex vicepresidente de Uruguay (2000–2005), Luis Hierro, líder del Foro Batllista del Partido Colorado. “El Tribunal de la Haya es muy peligroso, y no es la solución del conflicto; con su fallo, uno de los dos países será derrotado y quedará muy descolocado; si el fallo del Tribunal es salomónico, como es muy probable que ocurra, será lo mismo que nada. La intervención del Tribunal de La Haya agrava el conflicto”, afirma el ex embajador uruguayo en la Argentina, Alberto Volonté, ex candidato presidencial del Partido Nacional y uno de los líderes blancos más reconocidos. “El desencuentro entre Kirchner y Tabaré Vázquez que tuvo lugar en Santiago de Chile fue un retroceso en la relación de los dos países; Tabaré tuvo contradicciones, y la dupla K también. La declaración de Cristina Kirchner, inmediatamente luego de ser elegida, sobre que lo único que quedaba pendiente era la cuestión ambiental, fue muy alentadora, pero luego fue desmentida por el propio K, ante los asambleístas de Gualeguaychú en Santiago de Chile”, dice Luis Hierro. Agrega Hierro que “Uruguay tiene que ofrecer el veredicto de un equipo de expertos internacionales del más alto nivel científico sobre la cuestión ambiental, que establezca en forma inequívoca y completamente imparcial si hay contaminación o no. A partir de este veredicto, y de la nueva gestión de CK, hay que retomar el diálogo político entre los dos países, que es una enorme desgracia que se haya perdido”. Insiste el ex vicepresidente en que el Tribunal de la Haya no es la solución: “No aclara la situación actual; va a juzgar sobre el pasado; si hubo o no una violación del Tratado del río Uruguay hace tres años. Hay que enfrentar los problemas del presente, si hay o no contaminación”. El ex embajador Volonté brinda detalles significativos sobre el proceso de decisiones en la República Oriental: “El 1 de noviembre, Tabaré llamó a primera hora desde California al Ministro de Medio Ambiente, Mariano Arana, y le dijo que no firmara la autorización. Fue por un pedido del canciller español, Miguel Angel Moratinos, en previsión de la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile. Fue una decisión personal de Tabaré, y en Chile, también por un impulso personal, da la orden de otorgar de inmediato la autorización a Botnia”. “Tabaré no comprende el “fenómeno K”; no advierte que Kirchner actúa siempre en respuesta a las necesidades de la política doméstica, y que ya está en campaña electoral para el 2011. Por eso lo sorprendió su encuentro, y su aval en Santiago, a los asambleístas de Gualeguaychú. Tabaré pensó que con Cristina las cosas iban a cambiar; es una muestra de que no entiende tampoco lo que es la sociedad política K-K”, insiste el ex embajador en la Argentina. Volonté subraya que “en el Río de la Plata las relaciones entre los gobernantes son siempre personales: Perón chocaba con Luis Batlle, pero era amigo del líder blanco Luis Alberto de Herrera que, no obstante su condición de opositor, integraba el sistema político oriental. Hoy hay una ruptura K/Tabaré; y K no tiene ninguna otra relación en el arco político uruguayo. A partir de lo ocurrido en Chile y el cierre de la frontera, se oscurece la relación entre Argentina y Uruguay por varios años; esto es muy grave para los dos países”. El líder del Foro Batllista, Luis Hierro, indica que el proyecto agroindustrial de forestación y desarrollo celulósico tiene 21 años en Uruguay. Es obra de una ley sancionada en 1986; allí se previó la instalación de plantas pasteras y papeleras, como las de Botnia, Ence y las demás. Agrega Hierro “que para el 2010, el complejo forestal-pastero pasa a ser más importante en Uruguay que la industria cárnica. Uno de los principales intelectuales uruguayos, Carlos Maggi, dice que está en marcha el “Hernandarias II” (Hernandarias fue el conquistador español que introdujo la ganaderías en la Banda Oriental)”. Son cuatro las plantas pasteras, instaladas o en ejecución, en Uruguay. ENCE, la española, que abre su planta al lado de Colonia, enfrente de Buenos Aires, va a producir 1 millón de toneladas de pasta en 2010. Botnia, la finlandesa, otro millón de toneladas. Una tercera, Portucel, portuguesa, invierte 1.500 millones de dólares para producir otro millón de toneladas, más una planta productora de papel. La mayor empresa celulósica y papelera del mundo, la sueco-finlandesa Stora Enso, va a establecer en el centro de Uruguay una planta que producirá, antes de 2015, otro millón de toneladas. Por último, hasta ahora, la japonesa Nipón Paper Group, manifestó su decisión de instalar una planta de producción de celulosa y otra de papel, también en la zona del nordeste del país. Uruguay se convierte en uno de los polos más importantes de la industria celulósica mundial. Si se incluyen los 1.800 millones de dólares de Botnia, la tasa de inversión aumentó 59% desde el último trimestre de 2004. La inversión extranjera directa (IED) ascendió a 1.377 millones de dólares en 2006 (7.1% del PBI), récord histórico. Según la CEPAL, la IED que recibió Uruguay el año pasado está por encima de la que logró Chile (6.9%), Argentina (2.6%) y Brasil (2.4%). (Fuente: PERFIL)