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a víctima, padre de cinco chicos, vendía choripanes a la salida de los boliches que se instalaron en la zona a fines de los 90. A cinco años del hecho los familiares acudieron al lugar del crimen para recordar a Alejandro y para reclamar justicia. En ese sentido, Bernardino Moserrat, padre de la víctima, dijo a UNO: “Seguimos buscando justicia porque este crimen está impune, tan es así que después de cinco años no hay ningún detenido”. El hombre, recordó con tristeza y en un susurro, que “la causa fue pasando de mano en mano”, en alusión a que tuvo varios abogados y ha pasado por distintas instancias judiciales. Monserrrat exigió a los investigadores que “se aboquen a encontrar al que manejaba la moto que trasladó al que disparó sobre mi hijo”; criticó la falta de seguridad en la zona y recordó que esa madrugada “a pesar de que se dispararon cinco tiros los de Prefectura no escucharon nada, y esa noche no había nadie de seguridad”. Esta situación genera dudas en el entorno familiar de la víctima, que manifiestan su incertidumbre: “A mí no me cierra, no me cabe en la cabeza; era una madrugada de un sábado, había bastante gente y el lugar estaba iluminado” especuló Monserrat. Además señalaron que en el lugar del hecho “hubo gente que levantó las cápsulas de las balas que mataron a mi hijo y no se supo quiénes fueron”, y agregó: “Se lo comenté al doctor Carubia la semana pasada y me dijo que se va a tratar de investigar esa irregularidad”. A cinco años del asesinato de Monserrat, los familiares continúan exigiendo justicia. Bernardino, un asiduo concurrente a Tribunales comentó: “Siempre camino los pasillos de Tribunales para que sepan que existo, que soy el papá de Alejandro”, y agregó que “siempre me paro en el Juzgado Nº 5 donde está la causa”.