E
mpleados de farmacias nucleados en la Federación Argentina de Trabajadores de Farmacia (FATFA), se manifestaron en contra de un proyecto de la Cámara de Diputados de la Nación que permitiría a los laboratorios la comercialización directa de medicamentos por medios como el correo electrónico, situación que pondría en riesgo la salud de la población. Además cuestionaron la venta de medicamentos en kioscos y hasta en supermercados, sin el control pertinente y violando las leyes. Roque Garzón, secretario general señaló a INFORME DIGITAL que la venta de medicamentos en lugares no habilitados “ponen en riesgo a la población”. A sí mismo manifestó que la actividad en las farmacias ha mermado ya que se están tomando nuevas modalidades de venta, “hay medicamentos en kioscos y hasta en supermercados, nos preocupa el origen de este medicamento”. A sí mismo afirmó que la industria farmacéutica tiene prohibido, por ley extender medicamentos a establecimientos que no tengan un profesional farmacéutico que de la garantía. Garzón destacó que en octubre de 2006, desde el gremio se denunció la modalidad de “delivery o correo de medicamentos por parte de la distribuidora o laboratorios”. En este marco, el dirigente gremial indicó que los laboratorios “han creado una base de datos donde conocen a los pacientes y saben que medicamentos consumen”, a su vez agregó: ponen los medicamentos con precios iguales que en las farmacias regalándoles una caja más u otro producto, lo tienen captado con eso. Según Garzón esto perjudica a las farmacias y va en contra de la ley vigente de medicamentos, “es hora que se ponga esto en conocimiento, nosotros hemos comenzado a trabajar para hacer una consulta popular dentro de lo que establece la Constitución para que se pueda expresar el pueblo, que tipo de medicamento quiere y quien lo debe dispensar”. Para el secretario general del gremio la situación “es lamentablemente”, resaltó que hay leyes que fueron impulsadas durante la dictadura militar o de la década del 60, “es necesario adaptarla a nuevos tiempos, somos trabajadores que nos hemos capacitado y necesitamos que vuelva la mercadería a su fuente y asegurar la fuente de trabajo”. Para finalizar, Roque Garzón apuntó que de 12 mil farmacias podrían quedar entre 4 y 5 mil establecimientos con esta situación, lo que significa aproximadamente 15 mil trabajadores.