E
l éxito del boicot a la papa y al tomate llevó ahora a que un grupo de personas inicie vía mails una cadena para proponer a los usuarios de telefonía móvil que hoy y mañana no se usen los celulares. La idea tiene como fin que las empresas tomen conciencia y bajen sus precios de las llamadas y mensajes de textos. Mientras la propuesta se distribuye en Internet, dos empresas de telefonía móvil aumentaron el precio de sus tarjetas mínimas de 10 a 12 pesos. El teléfono celular se ha convertido casi en un elemento indispensable de la vida moderna. Según explican los impulsores del boicot contra el celular en su mensaje, en 1999, en la Argentina, los ciudadanos obligaron a las dos empresas de esa época a poner una tarifa reducida a Internet descolgando los teléfonos durante 15 minutos. Además, se señala que en Estados Unidos la comunidad logró que las compañías proveedoras de Internet absorban el costo de la llamada, como comunicarse a un 0-800 en vez de a un 0-610. La propuesta es conseguir que “los mensajes de texto cuesten 90% más barato y las llamadas un 50%”. De acuerdo a los boicoteros, en Estados Unidos “una compañía de celulares ofrece a sus clientes 2.000 minutos libres por sólo 75 dólares, es decir, 232 pesos” y se preguntan: “¿Quién gasta 2.000 minutos en un mes?”. Y se responden: “Usuarios comunes, seguro que no. Si alguien lo gasta en nuestro país seguro abonará una factura de alrededor de 3.000 pesos lo cual es muy superior a los 75 dólares que se pagan en Estados Unidos” Por último, los autores de la idea indican: “Un paro de los usuarios no les hará quebrar, pero sí las obligará a pensar en bajar de precio los servicios que prestan”, y proponen que “todos tengamos el celular apagado. Es la única forma en que podremos explicarles que no somos ignorantes ni vamos a seguir permitiéndoles que nos metan la mano en el bolsillo”.