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ara poder sufragar, deben tener los documentos en condiciones, por lo que se supone que sólo lo harán el 17 por ciento de los presos empadronados. Se constituirán 217 mesas y sus autoridades serán los docentes que dan clases a los internos. Los políticos no se ocuparon de hacer campaña, sólo un candidato envió sus propuestas a los internos. El escrutinio será realizado por la Cámara Nacional Electoral. A cinco años de que se cumpla el centenario de la Ley Sáenz Peña, que estableció el voto universal, secreto y obligatorio, el próximo domingo 28, todas las personas que se encuentren privadas de la libertad, y sin condena, podrán ejercer su derecho al sufragio. Cerca de 20.148 presos, distribuidos en 176 unidades de detención de todo el país, según datos proporcionados por la Cámara Nacional Electoral, van a elegir, por primera vez en la historia argentina, presidente, diputados y senadores. Es la primera vez que personas procesadas, es decir, que no tienen una sentencia condenatoria, ejercerán su derecho de votar a partir de una modificación que se hizo al Código Electoral Nacional. El decreto 1.291 fue reglamentado por el Poder Ejecutivo en septiembre de 2006. Esto no significa que los 20.148 internos empadronados que votarán, porque para hacerlo deben tener sus documentos de identidad en regla. Una alta fuente electoral expresó que, como la gran mayoría no tiene DNI, se espera finalmente que vote un 17 por ciento de quienes podrían hacerlo. Los detenidos van a recibir un sello con una cruz y dos boletas: una, con la lista de todos los partidos de candidatos a presidentes; y otra, con los partidos de los diputados y senadores del distrito al que pertenecen. El escrutinio lo realizará la Cámara Nacional Electoral, que va a separar los votos de los procesados, según el distrito que figure en el DNI.