L
a Comisión que presidía el Centro Comercial de esa ciudad en 2001 solicitó un crédito a la Caja de Jubilaciones y Pensiones, para la organización de los corsos, a través de VICOR, una sociedad anónima que integraba junto al Soemver (Sindicato de Empleados Municipales) y clubes deportivos, que ahora se disolvió. Los corsos oficiales, económicamente, fueron un mal negocio y diversas coyunturas institucionales precipitaron esta situación. Pues las deudas se fueron abonando gradualmente pero la situación de insolvencia de hoy obliga a poner en venta la sede del Centro Comercial. La deuda actual que mantiene el Centro Comercial con la Caja de Jubilaciones es de 260 mil pesos. La deuda en sí está en el orden de los 100 mil pesos. El resto aún estaba pactado para ser pagado en cuotas mensuales de 40 mil pesos, garantizada por la hipoteca del edificio. En las últimas horas de ayer, la comisión directiva del Centro Comercial convocó a la Cámara de Martilleros de la ciudad para propiciar la venta del valioso inmueble. “Más allá de lo que signifique para nosotros, la venta la debemos hacer, necesitamos pagar la deuda a la Caja y 10 mil dólares que debemos en Tala”, declaró Miguel R. Botteri, vicepresidente a cargo de la presidencia del Centro Comercial. El comerciante informó que las pretensiones son pagar las deudas y comprar una casa para el funcionamiento del Centro. Considerando que de acuerdo a la legislación vigente el histórico edificio tiene un alto grado de protección arquitectónica, Botteri indicó que está permitido, por ejemplo, y documentado, que el piso del edificio se puede colocar en forma plana. Los palcos interiores no se pueden tocar, pero no hay restricción del uso. Un importante salón de fiestas sería un increíble negocio, pero los actuales dirigentes tienen otras prioridades ni tampoco tienen el dinero para una inversión de esta naturaleza. Sin embargo, el destino no necesariamente debe seguir siendo un teatro. “Vamos a participar nuevamente al Municipio para que pueda realizar la adquisición, pero no podemos seguir esperando”, manifestó. “Queremos hacer la venta lo más transparente posible, un pliego con un precio base y desde allí que se pueda mejorar, si ninguna propuesta nos satisface, no se aceptará. Esa misma propuesta se la haremos llegar a la Municipalidad y a la provincia”, finalizó Botteri. (El Diario)