L
os manifestantes pasaron también por la sede de la Universidad Católica Argentina, donde se realizaba un Congreso de Derecho Constitucional: “Expresamos nuestra inclinación hacia la vida, nuestra defensa de la vida desde la concepción, tratando de defender las posturas valientes de la doctora Salomón (Claudia) y la doctora Piterson (Marcela), haciendo ver que ante todo tiene que primar la vida humana”, narró el doctor César Pazo, miembro del Foro de la Familia. Se refería a la defensora de Menores Marcela Piterson, que interpuso una medida cautelar para evitar que se le practicara un aborto a una joven de 19 años con discapacidad que fue violada, y a la jueza Claudia Salomón, que hizo lugar a la medida pese a que el artículo 86 del Código Penal dice que no es punible el aborto “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”. Después de la actuación de la jueza Salomón, el defensor de la madre de la joven apeló la medida ante la Cámara Civil y ésta falló a favor de la madre. Pero este viernes, el padre de la joven, que está en contra del aborto, se presentó ante el Superior Tribunal de Justicia negando la razón al fallo de la Cámara Civil. Fue en este contexto en que se dio la marcha de ayer de organizaciones antiabortistas, y alumnos de las escuelas confesionales Santa Teresita y Mercedarias. “Detrás de todo esto, están los intereses de mucha gente que presiona para tratar de que muera este bebé, y sembrar antecedentes para legalizar el día de mañana el aborto en la Argentina”, consideró el doctor Pazo. “Tenemos gente que puede ayudar a esa señorita discapacitada para tener el bebé y después el Estado velar por la vida de ambos. La Constitución defiende a ambas personas pues se considera que el niño es niño desde la concepción hasta los 18 años. Nos meten ideologías que no van con el ser argentino. Desde la independencia los argentinos tenemos una forma de ser cristiana. Así lo entendieron Irigoyen y Perón. La gente que está en el gobierno a nivel nacional no defiende la vida, no son peronistas”, señaló el doctor Pazo. “La criatura es un ser inocente que no pidió venir al mundo, una persona con los mismos derechos que el gobernador, que el presidente y hasta el ministro Ginés (González García, de Salud). Baseotto tenía razón”, reflexionó finalmente Pazo. Antonio Baseotto, obispo castrense, le advirtió al ministro de Salud en febrero de 2005 que “los que escandalizan a los pequeños merecen que les cuelguen una piedra de molino al cuello y los tiren al mar” en relación con la política de salud reproductiva de la Nación.