L
a pronunciada bajante del río Paraná frente al Puerto dejó al descubierto serios problemas estructurales en los dos espigones ubicados entre la Nueva Costanera y los galpones de Puerto Nuevo. Desde la comuna se aseguró que no existen problemas de derrumbe. No obstante, el secretario de Servicio, Planificación y Gestión del Desarrollo, Luis Zatti, dijo a UNO que ordenó realizar un estudio del estado actual de las estructuras. En tanto Prefectura Naval informó que los espigones que están en la Costanera no están habilitados para el público, ya que su estructura no es segura. En ese sentido, se dijo que expertos de la fuerza presentaron un proyecto a la comuna para refaccionar las estructuras. “Prefectura entregó un informe donde puso en conocimiento de la situación estructural”, se aclaró desde la dependencia de esa repartición encargada de la seguridad náutica. Además se explicó que se solicitó mediante notas que durante la temporada estival se restrinja el uso al público. La zona comprometida forma parte del extenso paseo peatonal de la Costanera. Ese espacio es utilizado en forma habitual por aficionados a la pesca, chicos que patinan o conducen autitos eléctricos y turistas que se acercan al borde para observar el río Paraná. Desde arriba los visitantes observan el río, pero desde cualquier tipo de embarcación se puede observar que los pilotes de cemento que sostienen el paseo están deteriorados, y algunos pilares remendados con vigas de madera y hierro. “El daño es por el desgaste natural que se genera en una vieja construcción por las crecientes del río”, se aclaró desde Prefectura, para indicar que el estado actual de la altura del río es de 1,94 metros con una proyección a que siga bajando. “No hemos llegado a la bajante más pronunciada que se dio en setiembre de 2006 que estuvo en 1,54 metros”, se recordó desde la fuerza. En ese orden, indicaron que las recomendaciones a la comuna sobre el estado actual de la estructura fueron realizadas durante la creciente de marzo cuando el río llegó a los 5,46 metros, ya que el agua va socavando los cimientos. “Hay desgaste, pero no peligro de derrumbes” Por su parte, Luis Zatti indicó que en la bajante anterior se ordenó realizar un estudio y se verificó que muchos de los pilares están deteriorados, pero aseguró que “no hay un peligro para las personas, ya que si hubiera ya lo habríamos clausurado”. El funcionario señaló que desde las áreas técnicas de la Municipalidad se determinó que “hay desgaste, pero no peligro de derrumbe”. En ese sentido, aclaró que la situación es muy distinta a la que padece la estructura del muelle local. Zatti marcó que junto a personal de Obras Ciudadanas recorrió la zona del muelle cercano a la Aduana donde detectaron que se retiraron los pilares que impedían el paso de vehículos. “Algún choque rompió los pilares y los autos se acercan al muelle y eso sí es un peligro porque esa zona está prohibida para el paso vehicular, pero no para las personas”. Zatti adelantó que ordenó a la dirección Obras Ciudadanas dirigida por el arquitecto José Martínez realizar otra verificación del estudio de los espigones para llevar tranquilidad a la población y a los turistas que llegan a la ciudad. (Fuente: UNO)