E

l Gobierno provincial anunció el lanzamiento de un Plan de Contingencia Sanitario para monitorear la situación de la salud de la población de Gualeguaychú, con relación a posibles efectos de contaminación de la pastera Botnia, instalada en Fray Bentos. En conferencia de prensa, el vicegobernador Guillermo Guastavino fue el encargado de anunciar este programa y advirtió: “Si en algún momento estábamos hablando de tentativa de contaminación hoy vemos algunas acciones que son graves y que están absolutamente probadas”. Así, Guastavino recordó el accidente que se produjo hace unos días atrás al derramarse un producto altamente tóxico que dejó como saldo 13 operarios intoxicados. “También hay una denuncia de tres asambleístas de Gualeguaychú que cuando fueron a tomar fotos desde el puente se vieron afectados por una especie de nube tóxica, corroboradas por un médico forense. Ya se radicó una denuncia judicial que se incorporó a la que formuláramos con el Gobernador contra los directivos de Botnia por intento de contaminación”, adelantó el vicegobernador. El Plan de Contingencia Sanitario consiste en un relevamiento actual de la situación sanitaria de los gualeguaychuenses y un periódico monitoreo de su evolución para detectar los posibles efectos de la contaminación. “El Gobierno de Entre Ríos ha tomado la decisión de realizar un Plan de Contingencia Sanitario para tener un muestreo real, concienzudo y científico de la situación sanitaria de la población de Gualeguaychú”, subrayó el número dos del Poder Ejecutivo. Por su parte, el secretario de Salud, Mario Elizalde, intentó llevar tranquilidad, en principio. “No queremos que haya ningún tipo de temor respecto a este tema”, aclaró, y recomendó a los vecinos de Gualeguaychú que “sigan las conductas habituales como cuando uno se siente enfermo. Es decir, consultar al médico o concurrir al centro de salud o al hospital para que podamos tener intervención oficial y registrar cualquier tipo de afección que pueda tener como causa la actividad de esta empresa”. Tras indicar que este plan no se inicia ahora sino que se viene realizando desde hace tiempo, insistió en solicitar que “ante cualquier deterioro de la salud se debe realizar una consulta y luego el médico determinará a qué atribuir esa alteración”. Consultados los funcionarios si el Gobierno daba por hecho que la actividad de Botnia tendrá inevitables consecuencias en la salud de la población de la zona, la directora de Atención Primaria de la Salud admitió que efectivamente el Estado maneja esa hipótesis. “Este tipo de industrias libera cierta cantidad de tóxicos en el ambiente, la atmósfera o el agua y eso trae como consecuencia ciertas patologías, principalmente respiratorias, pero con el tiempo pueden ser tumorales, alteraciones hepáticas o en la piel”, precisó la doctora. Manifestó que se realizó “un análisis integral de la salud de Gualeguaychú para saber cómo está en este momento y así poder luego detectar alguna alteración”. Reveló Ilardo que la intención es “partir de lo seguro”, sobre datos científicos y comprobables, comparando la evolución de los estudios poblacionales “para obtener resultados que se puedan exponer y sirvan para las acciones que lleven a retirar las pasteras”. Luego del análisis general se realizará un muestreo, principalmente entre la población pediátrica, para conocer en profundidad el estado de salud de los chicos. Posteriormente, cada dos años habrá un seguimiento para saber cómo se evoluciona. También, habrá contactos con unidades pediátricas y médicas ambientales de otras partes del país, para de esa manera realizar consultas y tener un protocolo de seguimiento. Con respecto a la contaminación por dioxinas, Ilardo hizo notar que en el país no existen hasta el momento datos que sirvan de parámetros para determinar los índices en sangre.