E
sas alícuotas corresponden a los casos en que se gravan a las contribuyentes radicados en la provincia. Pero adquiere proporciones sustancialmente mayores cuando se analiza la carga tributaria regional sobre las empresas de otras jurisdicciones que realizan actividades en una determinada provincia: va de un piso de 0,74% en Río Negro a un techo de 3,15% en San Juan. Los datos, que surgen de un nuevo estudio del IERAL de Fundación Mediterránea, permiten además advertir que "de las veinticuatro jurisdicciones analizadas, trece eximen totalmente del Impuesto a los Ingresos Brutos a la actividad industrial (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis y seis la eximen parcialmente (Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Formosa, Río Negro y Tucumán)", sostiene el informe. Recuerda el estudio que "si bien el grado de cumplimiento del Pacto Federal es significativamente mayor que en el resto de las actividades económicas, aún hay cinco provincias que gravan plenamente a la producción manufacturera, son los casos de Jujuy, Misiones, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tierra del Fuego". Aclara el trabajo que encararon Nadin Argañaraz, Sofia Devalle, Natalia Rodríguez y Lucrecia Viano que "para poder gozar del beneficio de la exención las empresas deben encontrarse radicadas en la jurisdicción de que se trate, quedando gravadas en todas las demás provincias de acuerdo a la porción de poder tributario asignado a cada una de éstas por el Convenio Multilateral". Tratamiento discriminatorio Al analizar la presión aplicada por las provincias a los contribuyentes locales, detectó el IERAL que "el promedio para todas las jurisdicciones ascendería en el 2007 al 0,62% de las ventas brutas netas de IVA. Por su parte, si se consideran las industrias que no se encuentran radicadas en la provincia bajo análisis, el promedio de la presión que las mismas soportan es claramente superior, del 1,9 por ciento". La provincia más gravosa es Misiones, con un Índice de Presión Fiscal Provincial (IPFP) igual a 2,38%, y a ésta le siguen las provincias de Jujuy, con un IPFP igual a 1,66% y Santa Cruz, con un IPFP de 1,50 por ciento. Se destaca el caso de Tucumán que, a pesar de poseer ciertas exenciones, se ubica por encima de provincias que gravan al sector industrial de manera completa, como por ejemplo Santiago del Estero. Esto se debe, según el estudio de los economistas mediterráneos a que "por un lado, a que el porcentaje de sectores exentos no es tan representativo sobre el total y, por el otro, a que la presión aplicada sobre los rubros gravados es superior que la de la otra provincia". Para el caso de los contribuyentes industriales de otras jurisdicciones la situación cambia, pasando a ser las provincias que mayor presión fiscal ejercen San Juan, CABA, Chubut y Salta, con una presión sobre la industria del orden del 3% sobre la facturación. En el otro extremo del ranking se ubican Mendoza y Río Negro, con una carga de 1.23% y 0.74%, respectivamente. Observa el trabajo que "las provincias de San Juan, CABA y Salta son las que más castigan en términos relativos a las empresas de otras jurisdicciones con relación a las locales. En estas jurisdicciones, si bien se exime a la industria local, se grava fuertemente a las industrias de otras jurisdicciones, con lo cual continúan existiendo distorsiones en la asignación de recursos, a pesar de estar cumpliendo con el Pacto".