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ansado de esperar, finalmente recurrió a la Policía, que constató la situación y retiró el cuerpo para que el Instituto Médico Legal de Rosario realizara la autopsia. El viernes pasado, al iniciar los trámites para realizar el sepelio de su madre, Eugenio Santiago (41) no imaginaba la curiosa y desagradable experiencia que le tocaría vivir. Una doctora a cargo de una ambulancia que presta servicios para el PAMI constató la muerte de la anciana de 82 años, que desde hace tiempo vivía postrada en la cama. Sin embargo, rechazó extenderle el certificado diciendo que esa responsabilidad le cabe al médico de cabecera, una práctica habitual. Minutos antes de las 15 del viernes, el hombre intentó por primera vez establecer contacto telefónico con el profesional del PAMI. Con su madre aún sobre la cama, probó una y otra vez durante todo el fin de semana. No tuvo suerte. Lo mismo le sucedió el lunes, cuando incluso intentó personalmente obtener respuestas de parte de la obra social y de la ANSeS. Recién en la madrugada del martes, harto de esperar y sin aguantar más la situación, hizo la denuncia en la comisaria 5ª. Un comunicado del PAMI reconoce la ausencia del médico de cabecera, pero cuestiona al denunciante por no haber insistido en persona para encontrar al profesional en las oficinas de la obra social. Hoy declarará la médica que se negó a firmar el certificado de defunción.