P
or pésimo estado edilicio, el cuerpo directivo y docente evalúa la continuidad o no de las clases en la escuela provincial de Nivel Medio Nº 217 de Sarandí (Gualeguaychú). Allí días pasados se cayó parte del techo en un aula de 5º año. Según informó a UNO Eugenio Jacquemain, docente y congresal de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) por el Departamento Gualeguaychú, a partir de esta semana los cursos ocuparán rotativamente las aulas, o sea que alternativamente se ocuparán sólo las salas seguras del establecimiento. “Esta vez ni los paros ni las lluvias ni las enfermedades de los docentes son los que hacen que no se dicten clases. Esta vez es el gobierno, y bajo su exclusiva responsabilidad la escuela 217 se encuentra en este estado: no puso un peso en años”, dijo el docente, y luego agregó que “lo que hay está levantado por la cooperadora, que no da abasto para cumplir con lo que el Estado provincial no cumple”. En este sentido hizo referencia a que la cooperadora de la escuela se ha hecho cargo de construir las aulas de 3º y 4º año, los baños y un tinglado. Jacquemain recordó: “Hace cuatro años nos cerraron la escuela junto con otras intermedias. Tuvimos que pelear su reapertura hasta una entrevista con el gobernador. Después, año a año, se retrasaba el inicio del curso que se iba creando: primero 3º, luego 4º, luego 5º, por trámites burocráticos; hoy los chicos de 5º sufren la caída del techo y de nuevo sin clases, es una promoción muy golpeada”. También contó que los docentes concurren todos los sábados a ayudar en las kermeses o bailes que realiza la cooperadora, que venden rifas y hasta en muchas ocasiones aportan material didáctico o fibrones o directamente dinero para comprar algo del colegio, pero –dijo– “se les caen ladrillos en las aulas”. Al finalizar cuestionó: “¿Eso es no querer trabajar? Eso es vocación docente. Los problemas graves en los edificios son parte importantísima de nuestro reclamo”, aseguró el profesor. Edificio centenario El centenario edificio de la escuela Nº 216 de Sarandí requiere de una urgente reparación por la falta de mantenimiento. Debido a ese abandono cayó parte de la mampostería en una de las aulas donde se encuentran equipos de computación y, ante el mal estado de otros sectores del edificio los directivos resolvieron que las clases se impartieran en el patio abierto. El problema es que no se le hizo el mantenimiento correspondiente al edificio; parte de los techos se llueven y el desprendimiento de la mampostería continúa rompiendo los cielorrasos afectados por la humedad. Con motivo del aniversario de la escuela, el año pasado fue pintado el edificio pero los problemas estructurales quedaron y hoy se advierten con lo ocurrido. La comunidad educativa de Sarandí encaró las obras de ampliación del edificio escolar con recursos obtenidos por el esfuerzo de la cooperadora. Gracias a la organización de bailes y festivales populares se pudo avanzar en las tareas de construcción, pero no han tenido el respaldo del sector oficial y se encuentran a la espera de los recursos que puedan darle continuidad a las obras. En el turno de la mañana funcionan el Nivel Inicial y EGB 1 y 2, con 60 alumnos regulares; durante la tarde el edificio escolar alberga a 100 alumnos en el Nivel EGB 3 y Polimodal. (Fuente: UNO)