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e a ratos, el humo no es perfectamente blanco. Imágenes muestran impurezas en las emanaciones de las chimeneas de Botnia. Es así porque las calderas auxiliares de la planta son alimentadas con fuel oil y faltan ajustes para que funcionen con energía eléctrica. Son las últimas pruebas antes de que comience la producción de las primeras planchas de pasta celulosa, similares al papel secante que se usaba en los colegios para absorber manchas de tinta. Disueltas en agua, sirven para hacer papel. El lanzamiento sucederá pronto. Muy pronto. De no mediar un acuerdo político de última hora entre Argentina y Uruguay, algo improbable hasta hoy, la pastera que encendió las protestas ambientalistas en Gualeguaychú y tensó la relación entre los dos países comenzará su producción industrial en un mes, "entre fines de agosto y principios de setiembre", señalaron fuentes de la compañía, que no ha colaborado nunca en la negociación. Es antes de las elecciones presidenciales en Argentina, convocadas para octubre. Y es cerca de la audiencia que la Corte Internacional de Justicia fijó para el 12 de septiembre en La Haya, donde los dos gobiernos definen cómo sigue el litigio. Argentina pretende la relocalización de Botnia y quiere que, mientras eso se decide, se posterguen los ensayos de la planta, a la que considera riesgosa para la salud del limítrofe río Uruguay. El humo que se ve en las chimeneas de la foto que se publica en esta página, tomada hace tres días, da cuenta del revés de la posición nacional. Según pudo precisar este diario, la obra civil de la fábrica está terminada en un 95 por ciento y el proceso de verificación técnica e inspección de las instalaciones avanzó hasta un 88 por ciento del plan previsto para el inicio de la producción. Aun así, faltará el "final de obra", es decir el permiso de la Dirección de Medio Ambiente del Uruguay, que aguarda obras de acondicionamiento paisajístico interno y externo a la planta. Sin esa autorización, donde además de las aspectos técnicos puede jugar el factor político, la inauguración no se puede hacer. El Gobierno uruguayo nunca se mostró dispuesto a frenar los planes de la pastera. Es un ajedrez donde el resultado depende de distintas piezas. El rey Juan Carlos de España acercó a la disputa un "facilitador", en procura de un acuerdo. Es el embajador español ante las Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, que el lunes y el martes pasado escuchó a los representantes de los dos países en Nueva York. De las conversaciones se rescataron gestos de buena voluntad, pero no avances concretos. Botnia nunca detuvo su marcha. Camiones cargados con troncos de eucaliptos ingresaron estos días a la planta para las pruebas. El corte del puente fronterizo que conduce a la ciudad uruguaya de Fray Bentos, ejecutado nuevamente ayer por la Asamblea de Gualeguaychú, impidió hasta ahora que la madera provenga de árboles argentinos. Para asegurarse esa materia prima, Botnia compró 150 mil hectáreas en Uruguay, que fueron forestadas o están en plantación. Cuando necesite más, dijeron sus voceros, acudirán a Brasil. En una carta enviada al presidente Néstor Kirchner, los asambleístas entrerrianos repudiaron "la soberbia e indiferencia con que la empresa finlandesa actúa frente a la sociedad argentina" y solicitaron un pronunciamiento de la Casa Rosada sobre el avance de las obras. Según los vecinos de Gualeguaychú, "la puesta en marcha de la planta constituye un hecho nuevo, que agrava la controversia y desobedece la expresa recomendación de la Corte Internacional de Justicia de no agravar el conflicto existente". ¿Puede la Corte Internacional modificar el rumbo de los acontecimientos? Probablemente no. Recién el 12 de setiembre va a haber un panorama más claro acerca de cuándo podría estar el veredicto, aunque Botnia parece no tener en cuenta esa instancia, porque sigue adelante con sus planes. Ese día, se van a reunir en La Haya la presidenta del Tribunal, la baronesa inglesa Rosalyn Higgins, y los jefes de las dos delegaciones, Susana Ruiz Cerutti, consejera legal de la Cancillería argentina, y Héctor Gros Espiell, embajador uruguayo en París, para consensuar los pasos procesales a seguir. La llave la tiene Argentina, porque tiene que definir si replica o no la memoria (se llama así, es una especie de contestación de demanda) que Uruguay presentó el 21 de julio pasado, en respuesta a la demanda en sí por violación al Tratado del Río Uruguay que Argentina presentó seis meses atrás. Si Argentina replica, Uruguay tiene derecho a una contrarréplica, con lo cual los plazos se estiran. La Cancillería quiere una sentencia rápido, así que se puede especular con que Argentina optaría por guardar sus argumentos para las audiencias orales, que son el siguiente paso de este proceso. Esas audiencias son la etapa final. Las partes pueden llevar testigos y presentar otras pruebas. Al final hay un alegato y el tribunal queda en condiciones de fallar. La Corte ya rechazó medidas cautelares. Argentina quería que la Corte suspendiera preventivamente la construcción de la planta y le rechazaron la pretensión por 14 votos a 1. Uruguay quiso que se intimara de algún modo a Argentina a que evitara los cortes de ruta y ocurrió lo mismo. Reforzarán la seguridad ante la posible apertura Por temor a incidentes, los dispositivos de seguridad en torno a la planta de Botnia serán probablemente reforzados en las próximas semanas, ante la posibilidad de que se concrete la inauguración oficial de la pastera. Así lo indicaron fuentes de ambas orillas, aunque oficialmente se evita dar precisiones. "Escuchamos comentarios sobre un pedido del gobierno de Entre Ríos para que aumente la dotación de gendarmes argentinos, a modo de prevención", indicaron voceros de la compañía. Hasta ayer a la tarde, el Ministerio del Interior, a cargo de Aníbal Fernández, no confirmó ni desmintió el pedido. Antes amistosa, la relación entre los argentinos de Gualeguaychú y los uruguayos de Fray Bentos se fue resquebrajando por la construcción de la pastera y los sucesivos cortes de los pasos internacionales, que provocaron un duro golpe a la industria turística del Uruguay. Testimonios recogidos a la zona dieron cuenta de la tensión. "Nos duele porque teníamos una relación muy buena. El accionar de los piqueteros está dejando una herida que puede tardar años en cicatrizar", señaló Leonardo Galías, gerente de la librería Office 2000. Otros minimizan el enfrenta miento. "Los uruguayos no somos rencorosos, más con un pueblo como Gualeguaychú, con el que tenemos vínculos estrechos y del que sabemos que no todos están a favor de la protesta", indicó una mujer. La ciudad de Fray Bentos crece, pero pronto tendrá nuevo olor Los hoteles están llenos, comer afuera sale más caro y el consumo de bebidas alcohólicas es récord. Quien recorre hoy las calles de esta apacible capital del departamento de Río Negro nota el impacto. La escenografía de la ciudad muestra más autos, motos, negocios y personas, 25 mil personas para una economía que se movió de golpe con la llegada de Botnia. Recién ahora comienza a insinuarse la desaceleración, porque muchos de los 4.500 operarios tomados para levantar la planta, que ya finalizaron sus tareas, sufren la caída de sus contratos. El crecimiento de Fray Bentos fue notorio, por ejemplo, en su parque automotor. "Sólo en enero de 2007 empadronamos más motos que en todo el año 2004. Fueron 300 contra 290", dice Gerardo Gasaniga, director municipal de Tránsito. Aumentaron también los accidentes viales. Según datos brindados por la Jefatura de Policía, desde 2005, en el que hubo 405 accidentes, la tendencia ha ido en aumento, con 638 accidentes en 2006, y 350 en la primera mitad de 2007. Hubo también más sexo rentado y más enfermedades venéreas, asegura Gerardo Valiero, director del hospital municipal. Es que la población de hombres empleados aumentó, en un breve lapso, un 20 por ciento, una prosperidad que las trabajadoras sexuales no se quisieron perder. La hotelería aumentó el número de camas y viene creciendo desde 2003, cuando empezaron los primeros movimientos "exploratorios" de los enviados de Botnia y de la empresa española ENCE. Por cercanía, se benefició también la ciudad de Mercedes, cabecera del departamento de Soriano, distante a unos 30 kilómetros. Las dificultades para encontrar alojamiento siguen hasta hoy y la vivieron estos enviados que, al no conseguir alojamiento en Fray Bentos, debieron recurrir a las últimas habitaciones del hotel municipal de Las Cañas, un balneario muy frecuentado por argentinos hasta que estalló el conflicto y que queda a unos 10 kilómetros de aquí. También les fue bien a los profesores de inglés y a los dueños de bares y restaurantes, entre otros comercios. "Llegué a vender 40 cajones de cerveza por semana, cuando lo habitual eran unos 20 o 25 por mes", cuenta Blanca Rainieri, propietaria del restaurante La Juventud, ubicado en 18 de Julio, la avenida principal. La mujer destaca que el consumo de bebidas alcohólicas aumentó con la presencia de los finlandeses y, fundamentalmente, la de los centenares de operarios de Europa del Este que trabajaron en el montaje de la planta, "afectos al vodka o el ron". Rainieri cambió el menú y aumentó los precios. "Los finlandeses piden mucha carne, los mejores cortes, o por ejemplo, salmón importado, por lo que ese plato no puedo cobrarlo menos de 12 o 13 dólares, si no no le gano nada", dice. Las mejoras en el sector privado no parecen haber llegado a los empleados públicos. "Sigo ganando lo mismo que antes y ahora, por el mayor movimiento que hay en la calle, tengo mucho más trabajo", se queja un policía, que cuestiona además los "privilegios" impositivos que tuvieron los inversores extranjeros. Habrá pronto otro cambio más, el olor de la pastera. "Sólo habrá episodios de olor por períodos cortos e intermitentes en las inmediaciones de la planta; dependiendo del clima, podría llegar a la ciudad", admitieron voceros de la empresa. Denuncia picante Omar Buzó, de la inmobiliaria Buzó y Compañía, de Fray Bentos, aseguró que vecinos de Gualeguaychú que participan de las protestas ambientalistas alquilan propiedades ubicadas en la ciudad de Las Cañas, Uruguay, a funcionarios de Botnia. (Fuente: Suplemento Zona de Clarín)