C
on una simple mirada desde cualquier vehículo que pasa por avenida Echagüe, Ramírez o calle Alem, se puede percibir el abandono del predio de la ex terminal de ómnibus local. Botellas de cerveza, cajas de vino por doquier, ramas y bolsas de basura desparramadas, son el escenario de una zona que los vecinos definen como “el segundo centro” de la capital provincial. Estacionamiento de autos, pista de skate, un escenario para espectáculos musicales, albergue de indigentes y espacio para la oferta sexual son las diferentes actividades que se practican en la ex terminal. Los vecinos que solicitaron a las autoridades locales la limpieza y parquización como una alternativa a los 12 años de desuso del predio. La desilusión se palpa entre los comerciantes, que en su mayoría viven allí. Ellos recuerdan al 11 de diciembre de 1995 como una fecha “nefasta”, ya que ese día dejó de funcionar la terminal de ómnibus. “No tienen dos dedos de frente para hacer algo”, disparo José Braihn, un farmacéutico que calificó al lugar como “el monumento al desquicio”. En la actualidad, el municipio tiene oficinas en el viejo edificio del ex Hotel El Supremo, pero en la parte baja donde estaban las plataformas para el ascenso y descenso de pasajeros, sólo hay residuos y algunos bancos de plaza. Proyectos El Subsecretario de Planeamiento de la Municipalidad Gastón Grand dijo sobre el proyecto que contemplaba la construcción de un edificio, para trasladar la administración de la comuna. “Los concejales. Es un proyecto inocuo al presupuesto municipal, pero no se pudo concretar por cuestiones políticas”, explicó Grand acerca del plan que pretendía comercializar subsedes de la comuna (Ingresos Públicos, Defensoría del Pueblo, Servicios Públicos, entre otros) para solventar la concentración de todas las áreas en un solo lugar. Sin embargo, relató que están en contacto con los integrantes del equipo de trabajo del intendente electo José Carlos Halle. Asimismo señaló que al concurso nacional se presentaron 16 equipos y ganó uno de Paraná. No obstante, no todos los vecinos acompañan la idea del funcionario municipal. “No queremos el edificio municipal porque mata el comercio. Los empleados públicos trabajan mediodía, el viernes desparecen y eso no es bueno para la zona”, afirmó Elmar Terenzio que propuso que se construya una “torre residencial con comercios en la parte baja para darle vida al lugar”. (Fuente: UNO)