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��Queremos que el ahorro energético sea repartido para amortiguar el impacto en el sector privado, que es el que genera puestos de trabajo”, expresó el primer mandatario provincial ayer en el Consejo de Educación, donde presidió un acto oficial. El frío de la jornada, que Busti sintió en carne propia al caminar los 50 metros que separan ese edificio de la casa de gobierno, pareció instalar el tema en la agenda periodística. Ante la consulta, Busti adelantó el tema en el cual se trabaja desde hace varios días en la Secretaría de Energía, que encabeza Carlos Molina. Por lo que se pudo saber, se tratará de un paquete de unas 30 medidas, tendientes a repartir el impacto delas restricciones, que hoy afectan al sector productivo, y especialmente al listado de 115 empresas que más consumen en la provincia. Actualmente, desde el gobierno nacional se informa día a día a cada una de estas empresas qué porcentaje de reducción de consumo deben aplicar, llegando en algunos casos al 50%. Lo que el gobierno provincial pretende es, a través de un plan que involucre a todos los sectores, reducir lo que hoy se reclama sólo a esas empresas. Pero necesita tener garantías de que una vez aplicado el plan provincial, no se les sigan imponiendo nuevos requerimientos a los grandes clientes. La reducción que se intentará lograr con el plan provincial es de unos 25 megavatios diarios, con medidas que afectarían también al comercio, a los organismos oficiales y al consumo residencial. En el mejor de los escenarios, gracias al plan provincial, una empresa a la que se le impone actualmente una reducción de 45% o 50% del consumo eléctrico, podría ver reducido el recorte a 15% o 20%. Hasta el momento, el diseño de las restricciones era realizado en Buenos Aires, invadiendo incluso la jurisdicción de Enersa, ya que se le indica a clientes de la distribuidora provincial qué nivel de consumo tienen habilitado. El nivel de reducción requerido es casi azaroso, ya que depende de los niveles de existencia de gas, de la cantidad de agua con la que operan las generadores hidráulicas y, sobre todo, de la temperatura. Pero además, también se ve influenciada por cierta puja interna a nivel del gobierno nacional entre los que pretenden medidas más drásticas y quienes tratan de que las restricciones no afecten, por ejemplo, a los espectáculos públicos. Así las cosas, para ser efectivo, el plan del gobierno requiere que sea la única medida aplicada en Entre Ríos. Por otra parte, como se sabe que la carencia de energía afectará al sector industrial al menos por dos años, se estudia la conformación de un consejo de energía que controle la aplicación de las medidas.