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yer por la tarde, Repsol-YPF y Petrobras anunciaron que darán marcha atrás con los aumentos, luego de que en los últimos días las naftas subieran hasta un 3 % y el gasoil un 6 %. En los últimos 40 días, los carburantes líquidos aumentaron dos veces; el último incremento se produjo hace dos semanas. Primero hubo escasez y restricciones en la provisión de combustibles en las estaciones de todo el país. Luego se anunciaron subas en el precio por litro para paliar esta problemática, pero nada mejoró. Los usuarios ya no resisten otro aumento. Pero este conflicto también se está volviendo insostenible para los propietarios de las estaciones que, por un lado, deben afrontar los condicionamientos de las petroleras y amortiguar las quejas de los particulares; por otro, sobreponerse a la falta de respuestas del Estado, y además, hacer frente a las justas requisitorias de mejoramiento salarial de sus empleados. Este conflicto se viene arrastrando desde hace tiempo y los expendedores de combustibles de Entre Ríos se sienten indefensos e imposibilitados de revertir esta realidad. La discusión tuvo ayer su punto más álgido: la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la Argentina, Rosario Sica, confirmó aumentos de hasta el 3 % en naftas y del 6 % en el gasoil, y acusó al presidente Néstor Kirchner de ser el “responsable de la anarquía” que vive el mercado de combustibles. La dirigente se quejó porque —según dijo— “estamos con precios congelados desde 2003 y con costos de explotación que aumentaron más del 200 %” en ese período. A su criterio, “el motivo por el cual estamos pasando tantos problemas es el congelamiento de los precios. No tenemos el petróleo crudo liviano suficiente para abastecer al mercado interno”, subrayó. La empresaria precisó que “en los últimos meses se viene aumentado el combustible en 2 ó 3 %”. Y aseguró que “con el gran incremento del campo y la industria no se hizo una política energética que acompañe el crecimiento, entonces hay que importar gasoil. Como afuera cuesta el doble, nadie quiere perder plata. Cómo van a importar caro para vender barato. Las petroleras se niegan a importar. Esto no se soluciona con aumento o sin él, sino con una política energética estructural”, sentenció. En el mismo sentido, el vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina, Raúl Castellanos, agregó: “Suponemos que habrá algún guiño del Gobierno en este sentido” porque, explicó “los precios de los combustibles en la Argentina están fuertemente controlados por el Estado”. Luego de que desde las principales entidades que agrupan al sector del combustible ratificaran aumentos de entre 2 % y 3 % en las naftas y hasta un 6 % en el gasoil, la petrolera YPF que había reconocido estas subas, salió a anunciar que dará marcha atrás y retrotraerá los precios que hayan subido en los últimos días. En el mismo sentido se pronunció Petrobras. Voceros de YPF precisaron que “los aumentos que pueden haberse registrado responden a ajustes técnicos en algunas estaciones de servicio para seguir a la competencia”, y añadieron que “también puede haber operadores que hayan resuelto aumentar por su cuenta”. Sin embargo, puntualizaron que “no se trata de un aumento masivo, ni sistemático”. “Si la situación era grave ahora es caótica”, le confió el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos, Osvaldo González. En este sentido, admitió los aumentos registrados en el precio de la nafta y el gasoil, de los cuales el más reciente fue hace dos semanas. “El incremento se dio en toda la zona. Nosotros no podemos hacer nada, porque es una resolución de las petroleras y lógicamente que si retrotraen los precios (como se anunció ayer) se van a notar las bajas en los surtidores, pero no es una decisión nuestra”, enfatizó. González no dudó en afirmar que la situación por la que están atravesando las estaciones de servicio del territorio entrerriano es “acuciante”, y se agravó con los incrementos salariales exigidos por los empleados, y más aún con la falta de combustible, “que también repercute en el bolsillo de cada estación, debido a que no se puede comercializar el producto porque no se lo tiene”, resumió. “Si antes estábamos mal, ahora estamos peor. Esto nos conduce hacia una situación alarmante y no encontramos la manera de solucionarlo”, describió el panorama González. En consonancia, remarcó que en el transcurso de 2006 y lo que va de 2007 en Entre Ríos desapareció el 30 % de las estaciones de servicio. “De las 224 que funcionaban en toda la provincia, sólo quedan 180 porque hubo 44 que desaparecieron”, detalló. “El cierre de las estaciones en Entre Ríos es una alarmante realidad, una situación extrema y no descarto que haya algún tipo de medida, en el corto plazo, si esto avanza de esta manera”, anticipó. Menos recursos El querosene utilizado por una gran cantidad de personas de escasos recursos como combustible para mitigar las bajas temperaturas, comienza a volverse inalcanzable. Numerosas petroleras dejaron de destilarlo y las que lo siguen proveyendo, lo venden casi a 2 pesos el litro. “Es un combustible muy escaso y ha aumentado; además, no todas las petroleras lo están entregando”, confirmó el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos. “El precio ronda 1,90 pesos el litro y son muy pocas las petroleras que lo siguen produciendo, lentamente está saliendo del mercado”. Para terminar, Osvaldo González consideró que a ese precio deja de ser un producto para personas de bajos recursos, “conviene otro tipo de alternativa”, concluyó en diálogo con esta Hoja. 180 ESTACIONES EN LA PROVINCIA Cada estación de servicio emplea, como mínimo, a unas 7 personas. Actualmente quedan 180 estaciones de servicio en toda la provincia, de las cuales más de 35 operan en la capital provincial.