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on el respaldo del Gobierno provincial, el cultivo del arándano se consolida en Entre Ríos como una alternativa de diversificación productiva que supera el 50% del total de la superficie cultivada a nivel nacional. El volumen producido, que se triplicó en los últimos tres años, tiene como principal destino EE UU y Europa. Más de 4.000 personas trabajan en la etapa de cosecha y 2.000 durante el resto de año, mientras que se estima que para 2010 se necesitarán entre 10.000 y 15.000 cosechadores. “El crecimiento sostenido de este cultivo alternativo nos demuestra que es posible la diversificación productiva en la provincia no sólo para generar divisas y competir en los mercados internacionales, sino para ocupar mano de obra, y de esta manera mejorar la calidad de vida de la población”, sostuvo el gobernador Jorge Busti, antes de dar cuenta que “el Gobierno entrerriano seguirá impulsando este tipo de producción, al igual que todas aquellas que contribuyan a incrementar la oferta exportable de la provincia”. Cabe recordar que a la experiencia originaria del departamento Concordia y la zona de Salto Grande, que lideran en la actualidad la superficie cultivada, se sumaron nuevas fincas dedicadas a esta actividad en los departamentos Federación, Uruguay y Gualeguaychú. Por ello, de las 4.000 hectáreas de arándanos en el país, 2.000 corresponden a Entre Ríos. Busti recordó que en su campaña como gobernador ya hablaba de este tipo de emprendimiento al que “muchos no conocían y se reían cuando decíamos que Entre Ríos se iba a transformar en una importante zona de cultivo de este delicado fruto, brindando numerosos puestos de trabajo”. La localización del cultivo del arándano responde tanto a ventajas comparativas como competitivas que posibilitan el progreso de esta actividad. Las ventajas que posee la región se relacionan con la dotación de recursos naturales adecuados para el cultivo, tales como las características del suelo, clima y recursos económicos, así como el capital financiero, las personas involucradas ya en procesos agroindustriales de este tipo (la mayoría citricultores), la cercanía a los puertos de exportación y la cosecha a contra estación de los principales consumidores de arándano. Por estas razones, la actividad significa una reconversión importante para la zona de noreste de la provincia, ya que utiliza mano de obra desocupada de la producción citrícola. Durante la campaña 2006 en la zona de Concordia, en etapa plena de cosecha (de octubre a diciembre), trabajaron más de 4.000 trabajadores, durante el resto del año lo hacen 2.000. Según informó la Secretaría de la Producción , en 2006 se exportaron desde Argentina arándanos por 5.180 toneladas y 43.176.000 dólares, teniendo a Estados Unidos como el principal destino con 3.570 toneladas y 28.026.000 dólares. También se registraron exportaciones del producto a Gran Bretaña 935 toneladas y 9.412.000 dólares y Holanda 379 toneladas y 3.023.000 dólares, entre otros mercados. En tanto, durante el primer trimestre de 2007 la certificación de exportaciones de arándano ocupó el primer lugar en divisas con envíos por 641 toneladas y 3.435.000 dólares, teniendo a Estados Unidos como el principal destino con 337 toneladas y 1.642.000 dólares. La gran demanda de este producto se encuentra en el Hemisferio Norte, principalmente Estados Unidos, que paga altos precios a los productores del Hemisferio Sur, que lo producen en alta estación. Es en este marco, que se insiste en que la principal ventaja competitiva del arándano está dada por la contra estación. Tratándose de un fruto altamente perecedero, los principales países consumidores (Estados Unidos y Canadá, y algunos de Europa como Italia, Inglaterra, Alemania y Holanda) quedan desabastecidos en la temporada otoño-invierno (nuestra primavera-verano). Esta necesidad de importar fruta para consumo, indefectiblemente otorga a los productores argentinos un beneficio significativo que se traduce en mejores precios Cabe señalare que la planta de arándano tiene un año y medio de vida cuando se la implanta y recién a los dos o tres años se consiguen las primeras frutas, además, como toda planta, a medida que va creciendo va incrementando su productividad. El arándano recién en el octavo año de vida, el sexto de plantado, comienza en su plena producción que puede rondar los 10 mil kilos por hectárea. Entre las 40 frutas más consumidas en el mundo, el arándano es una de las que tiene mayor poder antioxidante. El 60% de la producción del arándano se destina a la industria, la elaboración de dulces, pasteles, helados y yoghures, aunque año tras año se descubren nuevos usos. Últimamente han aparecido en el mercado estadounidense el jugo natural y los arándanos congelados deshidratados (liofilizados), para ser consumidos posteriormente con cereales. El 40% restante de la producción se consume en fresco. Protocolo de calidad La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya) aprobó esta semana un Protocolo de Calidad de carácter no obligatorio y de adhesión e implementación voluntaria, que identifique los atributos diferenciales de los arándanos argentinos y permita su posicionamiento en el mercado mundial con valor agregado. En la determinación de los atributos que deben reunir los arándanos “premium” colaboraron la Cámara Argentina de Productores de Arándanos y otros Berries (Capab) y la Estación Experimental Agropecuaria Concordia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Un Protocolo de Calidad de Arándanos resulta ser un patrón o medida para las empresas productoras que deseen diferenciar su producto como estrategia competitiva”, señala en sus considerando la Resolución 201/07. La “calidad” es un “componente estratégico” para el desarrollo competitivo de los arándanos argentinos y un “factor diferencial” para el ingreso a nuevos mercados, desarrollo de mercados o permanencia en los mercados existentes, destaca la norma.