E
n concreto, el mayor volumen de venta de Redengas es el domiciliario; el de Gas Nea, el industrial. Expresado en números, para Redengas los usuarios industriales representan el 9,63 % del consumo anual; el residencial, el 37 %; el GNC, el 24 %. En el caso de Gas Nea, el 43 % es industrial, el residencial es el 18 %; el GNC, 26 %. A su vez, las distribuidoras firman diferentes tipos de contratos con los clientes: a) los interrumpibles son más baratos y se ‘respetan’ en tanto y en cuanto la situación del sistema lo permite (si sobra, dicho en criollo); b) para los ‘ininterrumpibles o firmes’ debe pagarse un sobrecosto pero gozan de garantía de provisión, salvo que surja una emergencia; y, c) hay contratos ‘firmes con ventana’, es decir, son generalmente respetados, excepto que se presenten ciertos y determinados contextos, es decir, apenas se ingresa en el llamado ‘invierno del gas’, entre mayo y septiembre. Repasando: como se ve o se intuye, es distinto el margen de maniobra, conforme la capacidad de transporte y la demanda que cada cual atiende. Así, Redengas pudo operar sin demasiados problemas, mientras Gas Nea, aún con mayor capacidad de transporte, se vio obligada a cortar los consumos ‘firmes’ de las industrias y dejarlos con un abastecimiento ‘mínimo técnico’; en otras palabras, con un nivel que permite que funcionen sólo aquellos equipos que no pueden ser apagados sin un notable perjuicio, una especie de ‘piloto’. Ni en la capital provincial ni en el interior fue preciso limitar el abastecimiento de gas a las estaciones de GNC, al menos ayer. No deja de ser un consuelo para aquellos comprovincianos que se enteraron mirando el noticiero nacional de los problemas que sufrieron automovilistas de Buenos Aires. Nación suspendió la venta de GNC La nueva ola de frío polar que afecta al país hizo recrudecer ayer los efectos de la crisis energética, por lo que las autoridades ordenaron interrumpir la venta de GNC y restringir la provisión de gas y luz a las empresas, con el objetivo de no limitar la demanda del consumo residencial. Bajo la supervisión de la Secretaría de Energía, la medida más tajante fue puesta en marcha ayer a la tarde, cuando las distribuidoras interrumpieron el suministro a las estaciones de GNC, lo que ocasionó protestas de taxistas e incertidumbre entre los automovilistas en el comienzo del fin de semana largo, en Capital Federal. El corte del GNC había comenzado a regir por la mañana para industrias y grandes comercios, y luego se extendió a las estaciones de servicio, mientras que las distribuidoras no precisaron cuándo retomarán el suministro y señalaron que eso dependerá de “la evolución de las condiciones climáticas”. La restricción en el suministro del gas también busca garantizar el sistema eléctrico, puesto que buena parte del “combustible” utilizado por las generadoras es precisamente el gas. De todos modos, las distribuidoras de energía eléctrica advirtieron que podrían comenzar a realizar cortes de suministro, ante las bajas temperaturas registradas en todo el país. El jueves, la demanda eléctrica registró un nuevo récord al alcanzar 18.319 megavatios a las 19.50, superando al último pico de 18.279 megavatios dado el 28 de mayo pasado. Ante esta situación crítica, el Gobierno nacional ya estableció la mecánica de ordenar a las empresas distribuidoras —tanto de energía eléctrica como de gas— interrumpir o restringir el suministro, para evitar cortes generalizados. De esta manera, se manejó el pico de demanda de ambos sistemas a fines de mayo pasado, cuando las temperaturas se ubicaron bajo cero en gran parte del país. (El Diario)