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e acuerdo a los datos recabados ante fuentes oficiales de la Policía y también en ámbitos educacionales, las diferencias comenzaron con el cruce verbal entre el niño y la maestra cuando se encontraban ingresando a almorzar. De acuerdo a las versiones, el menor habría pretendido subir las escaleras rápidamente y la educadora le indicó que no se apurara ya que había comida para todos. Una vez en el comedor de la institución, el alumno le aplicó a la docente un golpe de puño en la boca y luego habría intentado agredirla con un tenedor. Ante esta situación, la mujer logró sujetarlo de los brazos y así evitar ser lesionada. Tras este hecho de violencia, la maestra recurrió a las autoridades del establecimiento a fin de exponer la situación que le tocó atravesar. Consultada sobre el tema, la directora Departamental de Escuelas, Cristina Sosa, admitió estar en conocimiento “de un encuentro entre un alumno y una docente, situación que abordaremos con el respeto que se merece la misma”. La funcionaria sostuvo que “es un conflicto planteado en la convivencia escolar, cada institución trabaja fuertemente en esto y la escuela es asistida en este aspecto”. Por ello, señaló que “se dará continuidad al proyecto de convivencia, con la participación de un equipo interdisciplinario, para sostener la presencia de todos los actores de la escuela”. Sosa insistió en que el alumno “posiblemente no responde de la manera en que lo hizo por esa situación particular, sino que reacciona de esa manera porque está teniendo otros problemas y nosotros debemos abordar todas estas cuestiones que llegan junto con los chicos”. “Tenemos estrategias para la atención del alumno y el docente con personal especializado”, aseveró la directora Departamental de Escuelas.