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eaparecieron los problemas de suministro de gasoil, básicamente en el interior del país. También resurgieron a pleno estrictos límites a compras y operaciones en negro a más del doble de su precio. Hace un año, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, aventuró ante esta misma situación que iba a «llover gasoil». La semana pasada fue Néstor Kirchner el que amenazó con sanciones a empresas, reflotando la Ley de Abastecimiento y utilizando un decreto para ello. Lo que queda claro es que el problema de fondo está lejos de resolverse. La demanda supera holgadamente a la producción y el congelamiento de precios trae estas consecuencias. Afecta al campo, con entidades que amenazan nuevamente con un paro. Productores agropecuarios continuaron reclamando ayer mientras comenzaban a conocerse más localidades donde la falta del combustible retrasaba las tareas rurales. El centro y sur de Chaco, norte y sur de Santa Fe, centro y sur de Corrientes, sur de Córdoba y norte de Buenos Aires, eran las zonas críticas donde se generaban las mayores demandas de los productores. También se sumaban Salta y Jujuy. El resto del país no atraviesa una situación normal aunque, según se afirma, la escasez es menor debido a que ya se terminó la cosecha de soja o bien son áreas más volcadas a la ganadería y. por ende, de menor demanda. El campo requiere anualmente 4.000 millones de litros de gasoil, de los cuales 2.700 millones se consumen «tranqueras adentro», es decir para realizar laboreos de fertilización, siembra y cosecha. Y si bien ya se terminó la cosecha de soja, el agro se apresta a avanzar sobre granos finos, especialmente el trigo. Transportistas «El mayor problema lo están teniendo los transportistas que deben sacar las cosechas de plantas de acopios o cooperativas y trasladarlas a los puertos», indicaba un analista del mercado agrícola. «Esperamos para ver si el gobierno toma medidas como la Ley de Abastecimiento que dijo iba a aplicar a las petroleras. Si esto no se soluciona el campo se va a paralizar. Hay camiones que no quieren salir porque no tienen la certeza de poder abastecerse y llegar a destino, o bien, regresar», indicaba el vicepresidente de la Federación Agraria Argentina, Pablo Orsolini. En la Patagonia también hay trabas: aunque la actividad del campo se concentra en la ganadería y la actividad petrolera es el eje, el presidente de las Sociedad Rural de Puerto Deseado, Domingo Domínguez, admite que «no existe el problema como en el Norte, aunque no puede decirse que la situación está bien. Hay racionamiento de carga de hasta $ 350 por persona aunque nadie se queda sin gasoil». En Río Gallegos, en el norte de Santa Cruz y en Chubut la situación se repite. Las grandes estancias no pueden adquirir libremente la cantidad de combustible que necesitan para abastecerse normalmente, especialmente en esta época del año. Lo máximo que se consigue son 2.000 litros de gasoil por cliente. El tema se agudizó durante los últimos 15/20 días, admiten empresarios rurales. El secretario de Agricultura de la Nación, Javier María de Urquiza, se reunirá hoy con el ministro de Panificación, Julio De Vido, con quien tratará de buscar alternativas que permitan abastecer al campo en el corto plazo. «La importación desde Venezuela no es una buena alternativa porque el gasoil chavista tiene mucho azufre y esto afecta el motor de la maquinaria agrícola», decía un analista de las entidades rurales. En tanto, los funcionarios de la Secretaría de Comercio Interior comenzaron a inspeccionar estaciones de servicios de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, para supervisar la oferta de gasoil. (Fuente: Ambito Financiero)