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a reglamentación de la Ley de la Madera en Entre Ríos provocó rápidas repercusiones en provincias que están dispuestas a proveer de madera a la empresa Botnia, cuando comience a su producción. El diario La República de Corrientes consignó que “muchos inversores extranjeros quieren proveerse de madera correntina, pero la ley dificulta la libre comercialización”; y advierte que “los empresarios están dispuestos a modificar la ruta de transporte, sin importar que el trayecto demande más tiempo”. “Para evitar restricciones de la ley impuesta por Entre Ríos que prohíbe el paso de la madera por esa provincia, las empresas forestales de Gobernador Virasoro exportarían sus producción vía Brasil. Esto es de vital trascendencia pues directivos de la papelera Botnia mantuvieron diversas reuniones con empresarios forestales, donde aseguraron que estarían dispuestos a comprar la madera para alimentar la planta de Fray Bentos Uruguay”, consignó la noticia publicada por ese medio. Asimismo, indicaron que la “para la empresa Botnia, la ley de la madera de Entre Ríos le significará un serio problema para acceder a la cuenca forestal de la Mesopotamia comercializándola por los pasos internacionales que vinculan a Uruguay por Concordia, Colón y Gualeguaychú”. Tras detallar aspectos de la ley y sus alcances, la noticia dice que “El ingeniero Mauro Real de Azúa —gerente de Desarrollo Forestal de Botnia (y ex gerente forestal de la firma correntina Tapebicuá SA)—, afirmó que la empresa no ha comprado “hasta la fecha ninguna propiedad o bosque” en la región, pero admitió que “hemos tenido contacto con el sector forestal productivo”. También relata que el representante de la firma finlandesa destacó que la planta que se instala en Fray Bentos “tiene previsto en el futuro poder comprar y consumir todo lo que sea material de desechos de aserradero, maderas finas, raleos, todo lo que en el bosque quede como no apto para maderas sólidas”. En Corrientes hay por lo menos tres proyectos de instalación de plantas de celulosa sobre el río Paraná y se encuentra bastante avanzada otra iniciativa de capitales suecos —cerca de 500 millones de dólares— para construir una planta de biocombustible sobre el río Uruguay tomando como materia prima a los chips de la madera. También la empresa canadiense Dynamotive Latinoamericana S.A. manifestó su interés en instalar varias plantas generadoras de biocombustible en Corrientes, con una inversión del orden de los 27 millones de dólares, según señalaron fuentes gubernamentales correntinas. Las provincias de Corrientes y Misiones son observadas con sumo interés por la industria celulósica. De hecho, Rainer Häggblom, principal ejecutivo de una de las consultoras más importantes del mundo en la industria forestal —la finlandesa Jaakko Pöyry—, se encuentra analizando desde hace varios años ese territorio. No es casualidad, porque esa firma fue la que realizó el estudio de factibilidad de Botnia en Fray Bentos. ABASTECIMIENTO A raíz de la norma que se sancionó en Entre Ríos, Botnia perdió la posibilidad de adquirir las fibras de eucaliptus grandis, utilizada para producir papeles de alta calidad. Entre Ríos tiene 90 mil hectáreas forestadas con eucaliptus grandis y Corrientes tiene otro tanto, por lo que la vecina provincia ahora figura entre sus futuros proveedores. “Esta realidad, que Corrientes sea proveedora, se potencia ante la lectura política que nace de la inacción de los legisladores nacionales para sancionar una ley de la madera similar a la aprobada en Entre Ríos”.