E
l establecimiento en un principio faenará 400 animales por día, y en un futuro próximo la cantidad se elevará a un techo de 1.200. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) habilitó al frigorífico Santa Elena a comenzar la faena de ganado, que en un principio será de 400 animales diarios para elevarse a un máximo de 1.200, según se informó. El frigorífico, que estuvo cerrado por más de una década, está ubicado en la localidad homónima a 150 kilómetros al norte de la capital entrerriana, junto al río Paraná, y gran parte de la población del lugar tradicionalmente dependió de su actividad. El anuncio de la habilitación para faenar lo formuló a Canal 2 de Santa Elena el propietario del frigorífico, Sergio Taselli. El empresario adelantó que el próximo fin de semana se instalará en Santa Elena un ejecutivo de la firma, para iniciar las tareas de incorporación de las 140 personas que trabajarán inicialmente en la planta. Taselli explicó que en un principio se faenarán 400 animales por día, y que en un futuro próximo la cantidad se elevará a un techo de 1.200. “En un principio faenaremos sólo cortes y no haremos conservas”, adelantó el empresario, al reconocer que a la planta frigorífica aún le falta la conexión de gas. El frigorífico Santa Elena fue traspasado a fines de septiembre de 2005 a Taselli, luego de estar paralizado 12 años. La planta frigorífica fue vendida a este empresario por el Banco Nación, a un costo de 3,5 millones de pesos. El frigorífico pertenecía al Estado entrerriano y fue privatizado a principios de los ’90, durante un acto al que asistió el ex presidente Carlos Menem. A poco de ser transferido al empresario Rodolfo Constantini, el frigorífico fue cerrado, originando en esa localidad del norte entrerriano una pobreza y desocupación que alcanzó al 80 por ciento, debido a que la población dependía casi exclusivamente de las actividades de la planta cárnica. Las deudas que tenía Constantini con el Banco Nación posibilitaron que esa entidad crediticia se apropiara de las maquinarias e instalaciones de la planta cárnica, luego vendida a Taselli por un valor de 3,5 millones de pesos.