E
l escenario muestra que son trece las provincias que desdoblarán este año la votación respecto de la compulsa nacional, prevista para el próximo 28 de octubre. El lote está integrado, además de La Rioja, por Tucumán, Santa Fe, Chaco y Tierra del Fuego (obligadas por cuestiones legales), y Catamarca, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro, San Luis, Salta, Neuquén y Ciudad de Buenos Aires (por especulación política; los dos primeros distritos ya votaron). Los próximos tests en las urnas se centrarán fundamentalmente en la región patagónica, con las contiendas de Río Negro (el 20 de mayo), de la Ciudad de Buenos Aires y Neuquén (ambas, el 3 de junio), y de Tierra del Fuego (el 17 de junio). Llamado En el caso de La Rioja, el vicegobernador a cargo del gobierno, Luis Beder Herrera, confirmó ayer la decisión de adelantar la contienda provincial para el 29 de julio próximo. Según Beder Herrera, la fecha de los comicios «no se puede discutir». En ese marco aseguró que autoridades nacionales le pidieron que convoque a elecciones provinciales ese día. En sintonía con ese acercamiento -las relaciones provincia/Nación eran más que frías-, trascendió que las arcas riojanas recibieron en las últimas horas cerca de 2 millones de pesos para cancelar deudas con constructoras y para avanzar con obras de salud. De esta manera, el 29 de julio se elegirán todos los estamentos provinciales -fórmula de gobernador y vice, diputados provinciales, intendentes y concejales- y se pondrá en consideración, además, la enmienda constitucional sancionada por la Cámara de Diputados en febrero pasado, que eliminó la reelección indefinida en la provincia. Ahora comenzarán a operar los plazos para el cierre de padrones con la nómina de ciudadanos habilitados para votar (60 días antes de la votación), y la inscripción de partidos y alianzas que participarán en la contienda electoral (45 días antes) y de las listas de candidatos que nominarán cada una de las listas. Estas fechas aceleran el calendario electoral que los partidos políticos tenían pensado desarrollar antes de que se desatara la crisis política en el oficialismo riojano, que terminó con la suspensión del gobernador justicialista Angel Maza.