C
arlos Fuentealba, el docente herido gravemente por un policía de Neuquén en una protesta, murió en el hospital de esta capital, tras más de un día de agonía. El anuncio fue realizado por autoridades del centro de salud "Castro Rendón", de la ciudad de Neuquén, que precisaron que la víctima no pudo recuperarse de la grave situación clínica en la que quedó después del disparo de un lanza gases que recibió en la cabeza. Los médicos que lo trataron indicaron que a las 18 se registró la "muerte cerebral" del docente, tras lo cual "no se pudo hacer nada más por el paciente y se procedió a la desconexión del respirador y la donación de los órganos". Fuentealba, de 41 años, recibió en la cabeza el violento golpe del artefacto antidisturbios disparado por uno de los policías de la provincia, quien había recibido la orden del gobernador neuquino, Jorge Sobisch, de evitar un corte de ruta. El docente, según el relato de Patricia Varela, directora de la escuela en la que la víctima enseñaba física y química, terminó con "la cabeza deshecha y desfigurado" por la violencia del disparo. El médico Sergio Homann, del Hospital, había reconocido durante la mañana que el estado de salud de Fuentealba había "empeorado", debido al estado de coma en el que estaba y lo "irreversible" de las lesiones cerebrales que presentaba. El mismo profesional también reveló que el "coma profundo" que enfrentaba el docente se combinaba con la asistencia de un respirador mecánico y la contínua "fiebre alta" derivada de las lesiones severísimas de su cráneo. “Ahora la huelga tiene otras características, ya no es un simple pedido salarial. Queremos la renuncia de los responsables de la muerte de nuestro compañero Carlos, y la responsabilidad política del gobernador de la provincia”, explicó el titular del gremio docente de Neuquén, Marcelo Guagliardo, en diálogo con Radio 10.