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sí lo confirmó el secretario de Agricultura de Santa Fe, Daniel Costamagna, al considerar que en ese escenario productivo se registran "pérdidas muy importantes en la lechería", así como que la reversión de los daños causados por el agua en las explotaciones agrícolas "dependerán de cómo esté el tiempo en los próximos días". Vale recordar que en la provincia se localiza la principal cuenca lechera de Sudamérica, donde el avance de las aguas sobre los campos limita la posibilidad de pastoreo para las vacas en ordeñe, por lo cual podrían profundizarse los faltantes del producto en las próximas semanas. Posteriormente, Costamagna reiteró que se encuentran anegadas unas 3 millones de hectáreas, como consecuencia de las lluvias que en algunos lugares superaron los 450 milímetros en el término de una semana. En ese contexto, destacó que "la soja es un cultivo muy resistente y de producirse un escurrimiento normal de las aguas, junto con un mejoramiento climático, las perspectivas de rendimientos de la oleaginosa pueden mejorar". "No obstante, la situación del campo depende del momento del cultivo", subrayó. Además, Costamagna agregó que los cultivos maduros, que están listos para ser cosechados, "presentan mayores dificultades porque se demora el ingreso de las cosechadoras". Esa situación, comentó que podría traducirse en una apertura de las vainas (chauchas), aunque subrayó que "a los cultivos que les faltan unos 20 días para finalizar el ciclo de llenado, pueden aguantan más" las adversidades que se están soportando en la provincia, la segunda del país en importancia y volumen productivo agropecuario. Asimismo, el escenario que se presenta en Santa Fe se suma a los quebrantos que ya soportan varias provincias, debido a los desbordes hídricos y subas impensadas en cotas de ríos de fuerte afluencia, como el Paraná, que ya afectó la producción ganadera en Entre Ríos, donde se mantiene la preocupación de perder más de un millón de terneros, aislados por las inundaciones.