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reocupado por las informaciones sobre un incremento en un producto sensible para la población, Moreno convocó a panaderos de Capital Federal y 14 provincias, que prometieron mantener el precio a 2,50 pesos el kilo. La presión de Moreno se hizo sentir sobre los empresarios, que acataron el reclamo del gobierno, urgido por que la inflación no se le vaya de las manos. Entre las cámaras que se comprometieron están las de industriales panaderos de Capital Federal, Mendoza, Córdoba, Neuquén, San Juan, Salta y Entre Ríos, entre otras, además de toda la costa atlántica bonaerense. El titular del Centro de Industriales Panaderos, José Alvarez, dijo que no hay motivo para aumentar el pan y van a mantener ese valor. Dijo que la semana próxima los presidentes de los centros panaderos del país se reunirán nuevamente con Moreno para plantearle al Gobierno la necesidad de instrumentar una línea de crédito del Banco Nación que fomente el desarrollo de las panaderias legalmente instaladas.