U
n violento choque entre dos vehículos y la posterior embestida de uno de ellos sobre tres autos más, causó una importante congestión de tránsito en calle Carbó y Cura Álvarez, en Paraná. Pese a los importantes destrozos producidos en varios de los rodados intervinientes, afortunadamente no se registraron lesionados de gravedad. Cerca de las 9 de ayer, fue alertado personal policial del Comando Radioeléctrico y de la comisaría segunda de un múltiple choque en la intersección de Carbó y Cura Álvarez. Personal de la Dirección de Criminalística cercó el lugar para comenzar a levantar los rastros y elementos que puedan llegar a establecer cómo se originó el percance en una de las principales arterias de salida de la capital provincial, lo que generó un importante congestionamiento vehicular. Por motivos que se investigan una cupé Renault Fuego color blanca chapa patente WTH 787, chocó violentamente a un Ford Focus, color gris, dominio ETD 188. Este último rodado se trasladaba por calle Cura Álvarez, en tanto que la Fuego lo hacía por Carbó. Al llegar a la esquina los dos vehículos impactaron con inusitada violencia. En la intersección hay un semáforo que funciona correctamente, por lo tanto se entendió desde la Policía que uno de los dos conductores pasó en rojo. Lo cierto es que la maniobra de colisión no terminó allí, sino que la Fuego literalmente rebotó hacia la derecha y embistió con a tres vehículos más que se encontraban estacionados sobre Carbó. Esto determinó que un Toyota Celica, una camioneta Peugeot y un Ford Escort fueran apilados produciendo daños de distinta magnitud en las partes delanteras y traseras de las unidades. En las dos esquinas quedaron diseminados plásticos, ópticas, chapas, vidrios de los parabrisas y hasta partes de radiadores. A causa del suceso, debió ser trasladada de urgencia una ocupante de la Renault Fuego. Desde la fuerza de seguridad se informó que en el hospital San Martín se estableció que Graciela Estath, de 37 años, padeció traumatismos y lesiones no graves. El conductor del rodado, Carlos Bonnet, de 28 años, sólo sufrió un golpe en la cabeza. En tanto la conductora del Focus, sus dos hijos y una acompañante resultaron ilesos. En el lugar, el hombre que guiaba la cupé aseguró que no cruzó en rojo, y entiende que no tuvo la culpa. De acuerdo a los dichos de un testigo, “uno de los coches pasaba el semáforo en verde muy despacio, y el otro lo hizo muy rápido, pero en rojo”. El hombre aclaró a los policías que intervinieron que “el Renault Fuego fue el que habría pasado en rojo”. Resaltó el testigo: “Venía viajando en mi auto y por el espejo observé que la Renault Fuego venía rapidísimo y chocó al que venía pasando despacio y en verde”. (UNO)