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e trata de Graciela Mingo, Luis Reyes, Francisco Garra y Daniel Saín, aunque a ese listado se podrían agregar otros nombres más, aportados por los miembros del consejo directivo de la facultad. De todos modos, Mathieu le explicó que la definición del nombre del nuevo decano no se adoptará hasta que concluya la tarea de ordenamiento en la Facultad de Ciencias de la Gestión en “algunas cuestiones que habían quedado pendientes”, según admitió el rector. Esas cuestiones tienen que ver con la definición de un postítulo que se dicta en Concepción del Uruguay; la irregular situación del dictado de la Licenciatura en Turismo (el perfil de estudios que se dictaba no era el aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación); y el estatus institucional del Colegio Histórico del Uruguay. “Formalmente, la responsabilidad del nombramiento del nuevo decano es mía, algo que voy a hacer en base a la propuesta de nombres que me hagan los claustros. De todos modos, va a ser una decisión que tendrá que ser analizada con el gobernador (Jorge Busti)”, dijo Mathieu. CONFLICTO A comienzos de 2007 el rector Mathieu dispuso la remoción del decano de la Facultad de Ciencias de la Gestión (una de las cuatro unidades académicas que conforman la Uader) en lo que se constituyó en corolario a una serie de cuestionamientos hacia la figura de Bagnato, quien al inicio de la actual gestión coqueteó con la posibilidad de ocupar el máximo cargo de conducción en la Uader. A Bagnato se le cuestionó, desde distintos sectores, el uso de la estructura universitaria para fines partidarios, el modo discrecional en la designación de personal y distribución de horas cátedras, y el abierto enfrentamiento con la comunidad educativa que no respondía a su línea. También, la sorda pelea con el rector del Colegio Histórico del Uruguay, Eduardo Giqueaux, lo que obligó al rector Mathieu a sacar esa institución de la órbita de la Facultad de Ciencias de la Gestión, situación que todavía se mantiene. La gota que rebasó el vaso fue una denuncia, algunos sostienen que fue por acoso, planteada contra el ex decano. En la Uader sostienen que se trata de una “denuncia escrita” que tiene que ver con un “delito de índole privado” aunque se muestran reacios a brindar detalles. Aunque a eso se suman ciertas desprolijidades que quedarán bajo la mira de una especie de auditoría que dispondrá la Uader en Ciencias de la Gestión. Aunque Mathieu minimizó el tenor de esa investigación. “Es probable que tengamos que hacer auditorías —admitió ante la consulta de EL DIARIO—. Hemos visto algunas cosas que merecerían una observación con más detenimiento. Esa inquietud está, e incluso ha sido planteada por algunos miembros del consejo directivo de la Facultad. Pero chocamos con la dificultad de que no tenemos auditores, y no abundan los recursos”. La situación de esa unidad académica ha sido centro de preocupación de la comunidad universitaria que, por nota, planteó a Mathieu la necesidad de regularizar la designación de un decano en reemplazo de Bagnato. Incluso, un sector de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), la Agrupación Celeste Compromiso, hizo conocer a Mathieu la irregular situación de “acefalía en la conducción”, provocada luego del desplazamiento de Bagnato. A eso se sumó el pedido de un grupo de profesores que en sucesivas asambleas reclamaron “una pronta normalización de la Facultad”. Y además subrayaron la “necesidad urgente de reunir a los directores de carrera y coordinadores de sede para acordar el plan del propedéutico y evaluar, previo al inicio del mismo, el estado de dicho proceso a fin de no resentir la matrícula”. También buscan conocer “formalmente porqué se ha tomado la medida del desplazamiento, cuánto tiempo durará la etapa de transición y que se considere a los claustros y estamentos de la Facultad en la toma de decisiones institucionales”. (Fuente: El Diario)