A
sí se determinó en un encuentro realizado ayer en la localidad, donde se evaluó la marcha del programa acordado con la firma responsable de contaminar el ecosistema del arroyo Calá. En los análisis realizados no se advirtió presencia de agroquímicos ni de metales pesados en los pozos de agua para consumo humano y en el lecho del arroyo. No obstante, existen problemas como la existencia de plumas desparramadas, material a procesar que no se encuentra en el lugar correspondiente y una de las lagunas con un talud roto, por donde se filtra parte del efluente hacia un canal que desemboca en el Calá. Asimismo, la compañía “no presentó la evaluación del impacto ambiental”, dijo el secretario de Medio Ambiente de la Provincia, Gabriel Moguilner, y agregó: “Esperamos tener a la brevedad en nuestras manos el plan que tiene la empresa para remediar en parte el daño causado en el arroyo Calá”.