E
l incidente demostró una vez más la peligrosidad de los cortes, en las protestas contra la pastera Botnia, cuando se realizan con poca presencia de manifestantes, como ocurre principalmente en Concordia y Colón. En ambas ciudades suelen contarse por centenares las personas que levantan las manos para decidir un bloqueo, pero a la hora de marchar a la ruta son pocos. Una docena de vecinos han sostenido con enorme esfuerzo todos los cortes de Colón, casi siempre, y en horas nocturnas a veces solo quedan dos asambleístas. La decisión de los turistas de forzar el paso se sumó al desmantelamiento violento, a fuego y machetazos, de la empalizada que obstaculizaba el tránsito entre Colón y Paysandú, la semana última, resuelto por diez o doce jóvenes supuestamente al servicio de un comerciante (o varios) de la propia ciudad de Colón. Viajeros que se bajan provistos de armas blancas, o que insultan o inventan mil y una excusas para sortear los cortes, y asambleístas que en algunos casos flexibilizan las medidas y dejan cruzar a unos, pero no a otros, son ingredientes que terminan aumentando la tensión. Las discusiones se recalentaron esta semana con la decisión de la Asamblea de Gualeguaychú, por mayoría, de abrir la rígida tranquera del arroyo Verde para que circulara una nutrida caravana de hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata. En el mismo instante en que muchos pasaban con libertad para disfrutar de una fiesta, en Colón se le privaba el tránsito a un padre que aducía urgencias, enojado, porque viajaba con una hija discapacitada. Lo que indignó a algunos vecinos, asambleístas inclusive, fue la coincidencia de flexibilización y endurecimiento en un misma jornada. Los mismos manifestantes que aceptan errores se muestran sensibles ante el periodismo. "Algunos medios de comunicación malintencionados parecen carecer de información fehaciente [...] son parciales y funcionales a los intereses de las multinacionales que atentan contra el derecho a la vida y nuestra soberanía", expresó ayer la Asamblea de Gualeguaychú. En Concordia hubo discusiones entre asambleístas y seguidores del gobernador Busti, pero esas diferencias ya fueron superadas. En Colón, la tensión continúa porque nadie descarta la posibilidad de una nueva embestida de los comerciantes.