L
a media sanción que, por unanimidad, le dieron los diputados entrerrianos al proyecto que pretende impedir la venta de rollizos y chips de madera a la República Oriental sigue generando polémica. Después de que los diputados entrerrianos votaran, en forma unánime, el proyecto de ley por el que se busca prohibir la venta de madera sin procesar o fraccionada al Uruguay, desde la Sociedad Forestal Argentina calificaron a la norma de “ridícula”. La medida busca frenar la construcción de la papelera que Botnia construye en Fray Bentos, por medio del desabastecimiento de insumos. Sobre la norma (que cuenta con media sanción), presentada por el legislador radical Osvaldo Fernández y la Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú, Mario Climent, titular de la Sociedad Forestal Argentina, consideró que “los productores entrerrianos serán los más perjudicados por esta ley”. Además la calificó de “ridícula” porque “cada productor tendría que salir con un remito y comprobar que usted usó la madera para sí mismo. Tienen que armar un instrumento para controlar eso”, consideró. Asimismo, indicó que una vez enterados de la iniciativa, “les mandamos cartas explicándoles nuestra oposición total a que el proyecto sea ley, pero lo votaron igual”, subrayó. Ahora se aguarda que en unos 15 días la Cámara de Senadores trate el proyecto para darle sanción definitiva; incluso, trascendió, que el gobernador Jorge Busti estaría dispuesto a reglamentarla rápidamente. PROPUESTAS DE PAGO Por otro lado, el intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, señaló que en su ciudad “existe la convicción” de que la planta pastera que construye Botnia “será relocalizada” y afirmó que “Argentina podría hacerse cargo del costo” para que esto sea posible. “Argentina ya hizo una propuesta para asumir el costo de la relocalización y sabemos que esa propuesta está vigente”, expresó Irigoyen. El Intendente dijo que participó “en algunas reuniones” en las que se hizo referencia a la iniciativa argentina tendiente a que la compañía finesa acepte trasladar la planta a una ubicación alejada de los márgenes del río Uruguay. “La primera propuesta a Botnia, hace un año y medio, fue de 30 millones de dólares y hace no tanto, de 100 millones. Ahora no tengo la precisión, pero está claro que Argentina está haciendo todo lo posible”, sostuvo. Al dar precisiones sobre la propuesta, advirtió que nuestro país “se haría cargo del costo del traslado y compensaría con inversiones a Fray Bentos”. En el mismo sentido destacó que “Uruguay se beneficiaría por donde se lo mirase, porque mantendría el emprendimiento y vería cómo se favorece Fray Bentos, mientras que Argentina lograría su objetivo favoreciendo principalmente al pueblo de Gualeguaychú”, aseveró. Irigoyen recalcó que “la oferta siempre estuvo” y agregó que el monto que supondría la relocalización “podría obtenerse por medio de un financiamiento internacional, en atención a la magnitud del hecho”. En otro orden, el mandatario resaltó que por estos días y a pesar de los episodios de violencia que se dieron en Montevideo y Colón, “en Gualeguaychú se observan actitudes maduras”. “Está claro que son nuestros hermanos los uruguayos y que en momentos críticos afloran situaciones no deseadas, pero en nuestro pueblo priva la reflexión”, apuntó. RUMORES DE RENUNCIA El canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, aseguró ayer que “son sólo especulaciones” las versiones que hablan de su posible alejamiento del misterio de Relaciones Exteriores de ese país. “El presidente de la República (Tabaré Vázquez) es quien manda en el Poder Ejecutivo. Yo no estoy renunciando, estoy concurriendo hoy (por ayer) a la asamblea permanente a dar cuenta de lo que me pide la oposición”, aseveró Gargano. Si bien desmintió un posible alejamiento de la cartera que dirige, en declaraciones a la radio montevideana Carve, Gargano consideró “respetable” el pedido de renuncia a su cargo que realizó el opositor Partido Nacional ante el Parlamento uruguayo. Aunque el canciller admitió que el presidente Tabaré Vázquez tiene firmada su renuncia, esto responde a que todos los ministros del Uruguay firmaron una carta en ese sentido que le fue entregada al mandatario. Gargano se presentó ayer por la tarde ante el Poder Legislativo, en el marco de los descargos que distintos integrantes del Ejecutivo realizaron esta semana sobre diferentes temas. El canciller debió informar, por un lado, los alcances del acuerdo marco de comercio e inversiones TIF y, por el otro, las acciones previstas en el diferendo que argentino-uruguayo por la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos. Ya comparecieron ante el Parlamento los ministros de Transporte, Víctor Rossi; de Economía, Danilo Astori; y de Salud Pública, María Julia Muñoz. Montiel opina El ex gobernador Sergio Montiel sentó en declaraciones periodísticas su postura con respecto al tema de las papeleras y, si bien se excusó al decir: “No sé si están bien ubicadas”, deslizó una opinión favorable a la postura oriental. “Yo hago una pregunta inversa: si Uruguay, con una economía muy reducida cerrara Botnia y no le diera la mano a ENCE que quiere venir, ¿vendría alguien más a Uruguay? No le comprarían ni pastillas de menta. Se rompería la posibilidad de un proceso industrial en Uruguay”, sentenció. “No sé si están bien ubicadas o no, y no sería responsable abrir un juicio a favor o en contra”, se excusó el ex mandatario en una entrevista concedida al semanario Análisis, para luego hacer una proyección sobre el futuro del vecino país de la mano de las pasteras. “Uruguay, como país chico pero no tan chico, seguramente se va a transformar en una fuerte potencia industrial, como lo es Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Suecia, Noruega o cualquiera de los países chicos. A la postre, Uruguay va a agradecer estas cuestiones. Detrás de Botnia vendrán otros a industrializarlo”, consideró Montiel. Por otra parte, bregó porque se conserve una buena relación entre Argentina y Uruguay. “No podemos romper la relación y tenemos que hacer el esfuerzo imposible para hacer de la Banda Oriental nuestro aliado y nuestro amigo”. Se manifestaron frente al Consulado Un grupo de uruguayos que viven en Gualeguaychú realizaron ayer al mediodía una manifestación frente al Consulado de su país, en repudio a la violencia desatada contra los ambientalistas argentinos que el lunes pasado viajaron a Montevideo. En la protesta hubo alrededor de 200 personas que se manifestaron desde las 12.30, durante una hora. Sergio Llambí, uno de los uruguayos residentes en la ciudad entrerriana, lamentó que se haya llegado a “un conflicto a nivel pueblo, sobre un tema que deben resolver los gobiernos”. Asimismo explicó que en el acto de ayer se entregó la carta en el Consulado, en la cual repudian los hechos ocurridos en Montevideo y piden disculpas por los mismos a los argentinos. Cabe recordar que el lunes pasado ambientalistas porteños y gualeguaychuenses viajaron a Montevideo para llevar la postura de la Asamblea a Uruguay, pero no pudieron concretarlo debido a que fueron atacados por uruguayos. “Lo que pasó es tristísimo, vergonzoso. Era un grupo de patoteros que no reflejan ni el pensar ni el actuar de la gente uruguaya”, aseveró Llambí en declaraciones a APF. De igual manera, entendió que “ese tipo de acciones corresponde a un sector que maneja los mismos códigos en todos lados. Acá se vio en Concordia las dos veces que no permitieron que los vecinos llegaran al corte. Y también en Colón, cuando levantaron el bloqueo de una forma agresiva”. “Repudiamos esa acción y la inacción de los gobiernos”, expresó luego, al tiempo que lamentó que se haya producido “un conflicto a nivel pueblo, sobre un tema que deben resolver los gobiernos”. LA CARTA A continuación, la carta entregada por los asambleístas: “Nosotros, un grupo de uruguayos residentes en Gualeguaychú, manifestamos nuestro repudio absoluto a los hechos acontecidos en Montevideo, donde entre 100 y 150 ‘patoteros’ no permitieron a la comitiva de la Asamblea de San Telmo y a nuestros compañeros de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, Gustavo Rivollier y Daniel Pérez Molenberg, comunicarse con el ciudadano común de Uruguay, haciendo que su visita a Montevideo se viese envuelta en un escándalo vergonzoso, y decimos vergonzoso, porque vergüenza es lo que sentimos nosotros y la gran mayoría de los ciudadanos uruguayos por el comportamiento de ese montón de inadaptados, que se creen que el que grita más o impide mediante el patoterismo que el otro diga su opinión o forma de pensar, tiene la razón. No les criticamos una posición diferente a la nuestra, pero sí la forma de demostrarla y el no aceptar una discusión (bien entendida) de la situación”, dice parte de la misiva. (Fuente: El Diario)