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as bancadas unipersonales y las fracturas en las mayorías justicialistas son las características centrales de la Legislatura, que corre con los tiempos electorales. La nueva conformación se insinuó antes del receso, pero se cristaliza ahora cuando las cámaras retoman la tarea del último año del presente período institucional. Un repaso por fracturas, nuevas expresiones y realineamientos. Tal como se anunció, en la semana que se inicia se retomará lentamente —a ritmo de campaña— la actividad legislativa en Entre Ríos. Justamente, la disputa del poder en pleno auge y los reacomodamientos de las distintas fuerzas, se han traducido en una nueva conformación de las bancadas. La expresión más clara de este contexto se traduce en la división de las mayorías justicialistas y en la afloración de bloques unipersonales. De este modo, se mostraron en las cámaras los alineamientos con el candidato de Jorge Busti, Sergio Urribarri, y con el adversario que nació en el propio PJ, Julio Solanas. Pero por otro lado, la fotografía de los recintos muestra el modo en que las fuerzas de la oposición sufrieron deserciones, las que terminaron por favorecer a una u otra oferta peronista. SIN MEGABLOQUE En la Cámara de Senadores, el PJ ya no ostenta el “megabloque” de 14 miembros con el que estrenó el período institucional, en diciembre de 2003. Cuando terminaba agosto del año pasado, se formalizó la separación de cuatro senadores, fundadores de un sector disidente a la candidatura de Sergio Urribarri que se denominó Grupo Talleres. Quien comandaba hasta ese momento el bloque de 14 miembros, Hugo Berthet, armó equipo propio con Oscar Herdt de Diamante; Juan Fleitas, de La Paz; y Carlos Orlandi, de Nogoyá. Al sector le puso nombre kirchnerista: “Frente para la Victoria”. En extraño lugar quedó el senador de Gualeguay, Eduardo Jodor. Supo ser uno de los fundadores del Grupo Talleres y su padre, el intendente José Salim Jodor, es candidato a diputado del solanismo. De todos modos, Berthet nunca lo pudo contar entre sus filas y el legislador confirmó a EL DIARIO que, pese a su lugar en la campaña, no tiene pretensiones de separarse del bloque del PJ. Así las cosas, la mayoría cuenta con 10 soldados todavía, presididos por Héctor Strassera; cuatro disidentes conducidos por Berthet integran el Frente para la Victoria; y el bloque radical no tuvo cambios, con Luis Luna y Graciela Zambón. Por último, el senador de la Concertación Entrerriana (CE), Julio Majul de Gualeguaychú, no tiene resuelto si le cambiará de nombre a su bloque unipersonal. Su presencia en la CE quedó desdibujada porque ya no es candidato pero, además, porque supo hacer públicas sus críticas a la fuerza que lidera Emilio Martínez Garbino. Así las cosas, según se supo, es probable que Majul haga provecho de su origen político, el Partido Intransigente (PI) y trabaje desde esta identidad. DIVISIÓN En la Cámara de Diputados, la traducción del contexto electoral es más compleja. El período institucional, en diciembre de 2003, se inició ya con una escisión: la de Lucy Grimalt (de La Red) que se separaba del bloque radical, apenas asumía su banca. El justicialismo se iniciaba con el bloque de 15 miembros que le aseguraba la Constitución provincial; y la CE se constituía en tercera fuerza con una bancada de cuatro. Sabido es que esta conformación no demoró en mostrar nuevas divisiones. El cuarteto, de la CE, se partió al medio: Antonio Mainez y Oscar Grilli emitieron un documento crítico al rumbo que adoptaba la fuerza de Martínez Garbino y bautizaron su dúo como bloque Integración. La división electoral del peronismo también se expresó en la Cámara de Diputados, más aun cuando el integrante del cuerpo, Enrique Cresto, se convirtió en compañero de fórmula de Julio Solanas. Cresto promovió la división de la mayoría justicialista y se integró a lo que ya era el bloque de Daniel Bescos, que se llamaba “Frente para la Victoria”, como el grupo de Berthet en el Senado. Cresto y Bescos sumaron a Rubén Adami, de Colón. Pero el armado electoral produjo, en su etapa final, otras novedades en las cámaras. En primer lugar, el bloque de la CE, que había quedado en dos miembros, se partió a su vez en dos: Beatriz Montaldo fue la única que permaneció en el lugar donde la ubicó la voluntad popular en 2003, la CE. Juan Domingo Zacarías volvió a las filas del bustismo, reflotó el partido provincial Movimiento Social Entrerriano (MSE) y ese nombre le puso a un bloque unipersonal. Por otro lado, el diputado radical de Islas, Héctor Monzón, prefirió seguirle el paso a un peronista, Julio Solanas. Se convirtió en candidato a senador del sector y se apartó del bloque que preside el radical Fabián Rogel. Sólo en su banca adoptó el nombre de Identidad Radical. Grimalt, por su parte, no cambió su condición de única referente de La Red en Diputados. Pero electoralmente también se pasó al andarivel solanista, lo que redundaría en un trabajo conjunto con el bloque de Bescos, Adami y Cresto. El radical Eduardo Solari se convirtió en compañero de fórmula del líder de la CE, Emilio Martínez Garbino. Cuando se lo consultó ratificó su pertenencia a las filas radicales y al bloque de Rogel, aunque ya ha presentado iniciativas en conjunto con Montaldo, su aliada electoral. (El Diario)