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arias personas, integrantes de tres familias, fueron encerradas por el propietario de las viviendas que supuestamente alquilan desde hace casi un año. La insólita maniobra del locador se debería a una supuesta deuda de los inquilinos, pero la presunta falta de contratos genera incertidumbre sobre los dichos de las partes. El hecho generó la intervención de personal policial y la posterior denuncia de los damnificados, por lo que existe una causa judicial en el Juzgado de Instrucción Nº 2, a cargo de la jueza Estela Natal de Rebossio. El incidente Todo comenzó a media mañana de ayer, cuando un hombre dio aviso en la Jefatura policial sobre el encierro de su familia por parte del propietario de unos departamentos ubicados en calle Ingeniero Pereyra y Juan Perón, del barrio Puerto Viejo. Inmediatamente se dispuso el envío de un patrullero, cuyos efectivos corroboraron que efectivamente, una mujer y sus tres hijos, así como otro grupo familiar del lugar, se encontraban privados de salir de las viviendas ya que supuestamente el dueño del inmueble había cerrado las rejas con llave, para luego colocar una cadena con candado. La situación demandó la llegada de un oficial policial que constató lo que sucedía y notificó a la autoridad judicial en turno, ya que se estaba ante una evidente privación ilegítima de la libertad. Los minutos fueron pasando y se intentó una solución sin llegar a situaciones extremas, pero al parecer el locador no tenía intenciones de ceder en su actitud, basándose en que su abogado lo había aconsejado de esa manera. Casi dos horas después, el hombre –emplazado por la Justicia– mandó las llaves y los moradores pudieron liberarse, quedando la denuncia en manos de la Policía e iniciada una causa por la privación de la libertad. Actitud atropelladora Norma, una de las afectadas, vive en uno de los departamentos con su esposo y tres hijos, uno de los cuales sufre de asma. La mujer indicó que se despertó y notó que no tenía luz, por lo que salió a ver el medidor y descubrió que se lo habían sacado previo romper un vidrio, descubriendo a la vez que la reja de calle estaba cerrada con llave y encadenada. Ante esta situación llamó a su esposo al trabajo y a la Policía. “Esto es verdaderamente una privación ilegítima de la libertad. Tengo conmigo tres hijos encerrados y uno de ellos sufre de asma psicosomático y esto le puede producir un ataque. Nunca nos dice nada y no es la primera vez que toma actitudes violentas con nosotros. El señor Agostini nos mandó una vez dos tipos para cortarnos la luz a todos”, señaló. Según explicó, el dueño no les hace contrato y sólo les da recibos, argumentando también que no le deben nada. “Esto es un atropello y algo insólito en una ciudad como esta. Parece que tiene poder y por eso es tan autoritario, pero nunca dio la cara”, finalizó la mujer. Luego de casi dos horas fueron liberados y se dio inicio a la causa por privación ilegítima de la libertad, por lo que no se descartó hoy que se tomen distintas declaraciones a las partes involucradas. (Fuente: UNO)