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reen, sin embargo, que deben profundizarse los reclamos ante la Nación para mejorar cuestiones clave de la provincia. Manteniendo la prudencia a la hora de evaluar la performance de la provincia, y sabiendo que inevitable y elípticamente juzgan las políticas oficiales, los empresarios entrerrianos miran el 2006 con más distensión que años anteriores y proyectan un balance que resuena a logro en los resortes del principal sillón de la Casa Gris. Es que, quizá por primera vez en 23 años, la mirada es favorable a una gestión de Jorge Busti, aunque mantienen, en sus declaraciones, las consabidas prescindencias ideológicas. Para las principales instituciones que nuclean a empresarios, Entre Ríos evoluciona en su camino por recuperar competitividad en el concierto del mercado del desarrollo y las inversiones privadas. Y, en rigor, que no parezca poco para una relación que históricamente estuvo más asentada en las fricciones que en las complacencias. La pregunta fue una sola e intentando abarcar al mayor número de entidades empresarias: ¿Cómo evalúa la competitividad de Entre Ríos durante el año que pasó?, y con ribetes, las respuestas fueron concordantes: estamos mejor. PERCEPCIONES. Desde la Asociación para el Desarrollo de Concordia (Asodeco), su presidente, Eduardo Cristina, entiende que “en términos generales se creció y la provincia está mejor”, pero desde el sector privado se sigue luchando contra algunas políticas que se aplican desde la Nación como desde la provincia. “Entre Ríos tiene muchos productos exportables, y la provincia ha decaído a nivel nacional, estaba quinta en el ranking de las provincias más exportadoras y con mejor posicionamiento en la cuestión comercial e industrial, y ahora está novena, que no es malo”, dice el concordiense, aunque rescata la inserción de la provincia, y que “el Gobernador le da mucha manija al comercio y relaciones internacionales, y, salvo el tema de las papeleras, fue siempre muy claro y positivo en ferias y exposiciones. La provincia está bien encaminada”, entiende Cristina, desde la costa del Uruguay, haciendo hincapié en que se está gestando, también, otra cultura empresaria de mayor participación y compromiso. Quien más destacó, en tanto, su mirada optimista fue Daniel Zabala, presidente de la Federación Económica de Entre Ríos, porque “vemos que las metas que se había fijado el Gobierno se han cumplido, sobre todo el presupuesto equilibrado, ya que los déficits los termina trasladando al sector privado. Ha sido bueno porque logramos muchas conquistas que hacen a la competitividad de la provincia: la rebaja de medio punto en el impuesto a los Ingresos Brutos, que pasó del 3,5 a 3 %; la Ley 4.035 que descendió medio punto y la modificación de la resolución 150, que no tiene costo de arancel para Mipymes de hasta cinco empleados”, describe Zabala. En los hechos puntuales, la Feder destaca la capacitación de los centros comerciales, la formación de redes de compra a gran escala y las líneas de crédito a tasa subsidiada. “Todo esto hace a una mejor competitividad, y queda demostrado en encuestas que revelan que dentro de las provincias que crecieron, Entre Ríos ha sido la sexta que más lo hizo, mejorando su competitividad para los inversores privados”, concluye. CONCEPTOS. Compartiendo el sentimiento general, pero con una mirada más global, Héctor Motta, presidente de la Unión Industrial de Entre Ríos, y quizá porque sus miembros operan en mercados más amplios, cree que es muy poco lo que la provincia puede hacer al respecto, cuando las decisiones clave provienen desde el poder central. “Pero hay una tendencia en la provincia a escuchar las propuestas de la UIER, y en este sentido hemos ganado en la reducción de tasas municipales e impuestos provinciales, tratando de brindar una muestra de acompañamiento a la industria. En lo nacional seguimos con un dólar alto y es importante que así se mantenga, como así también la disciplina fiscal”, entiende el empresario avícola. Sin embargo, entiende que debe existir una política de costos administrada correctamente, para que la Pyme sienta que puede trabajar, “que los parques industriales empiecen a funcionar, que los municipios revisen las tasas y que se morigeren los costos de la energía eléctrica”, describe Motta y enumera el incremento de algunos costos como la recuperación del salario y otros costos operativos que afectan la rentabilidad empresaria. “Yo hago votos para que se mantenga la política de dólar alto y el control de precios de seguir creciendo como en los últimos cuatro años”, augura. La Lic. Silvia D´Agostino, desde la presidencia del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER), advierte que “en principio sí, mejoró Entre Ríos, pero todavía con déficit, en infraestructura, fudamentalmente. La competitividasd mejoró y fue un buen indicador el hecho que el Gobierno se haya hecho eco de la necesidad de armonizar la parte tributria y levemente esté dando señales de disminuir la presión sobre las empresas”. En otro párrafo, D´Agostino entendió que si bien se hicieron y se están previendo obras de infraestructura, hoy por hoy hay mucho que hacer, “pero hace grave la situación los años de desinversión. Yo rescato que desde el sector privado, los empresarios que estamos ya en la provincia vamos a seguir invirtiendo, y esto es una buena señal para los que se quieren acercar a invertir”. El espejo y la lupa El Cdor. Juan Britos, director de la Bolsa de Comercio de Entre Ríos, uno de los más frontales críticos ante las políticas oficiales que, por acción u omisión, atentan contra la competitividad de Entre Ríos hizo una lectura del 2006 con un doble anclaje. “Si se analiza lo que es la provincia en sí misma, sin dudas que ha hecho una buena evolución y eso es destacable, incluso comparándola consigo misma en los últimos 23 años, pero si la medimos con las provincias vecinas, la performance de la administración y la deuda provincial, comparativamente, los guarismos son mas complicados”, entiende el profesional. Según su análisis, Santa Fe tiene una deuda menor en términos absolutos, con relación a Entre Ríos, cuanto menor en términos relativos en función al PBI o la cantidad de habitantes, y “brinda muchas posibilidades ya que en 2007 Santa Fe elimina la Ley 5.110 (equivalente a la 4.035), que se vino reduciendo año a año y en 2007 se elimina directamente todo impuesto que grava la nómina salarial, lo que hace que perdamos competitividad. Y si bien es un buen gesto que desde el año próximo Entre Ríos empieza a reducirlo, desde lo competitivo caemos en relación con Santa Fe”, describe, sin obviar un párrafo para las tasas municipales que convierten a muchas comunas en las más caras del país: “Paraná es dos veces más cara que la ciudad de Santa Fe”, sentencia. Se destacan también algunos aspectos institucionales pero advirtiendo que el peronismo dirimirá su interna en las elecciones generales, y hace una referencia a lo estratégico: “La buena administración se ha tornado casi un objetivo en sí mismo, y está bien que sea así, pero no debería ser la estrategia. Es importante, pero insuficiente, porque no se advierte una estrategia definida para mejorar la competitividad. En lo productivo hemos mejorado, pero seguimos a años luz de Santa Fe y Córdoba, que son nuestras competencias directas en la radicación de inversiones y generación de mano de obra”, finaliza diciendo el profesional. (El Diario)