E

l gobierno uruguayo salió a desestimar un planteo argentino, que no llegó a formularse oficialmente, para que en el marco de un acuerdo bilateral se construya un conducto para desviar los efluentes de la papelera Botnia, y llevarlos lejos de Gualeguaychú. Mariano Arana, ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, consideró que la construcción del canal hacia el Río de la Plata o el océano Atlántico tendría un costo “millonario” y, además, no significaría una mejora ambiental. La propuesta del presidente Néstor Kirchner para destrabar el conflicto circuló extraoficialmente en los últimos días, pero el gobierno uruguayo le dio entidad ayer al detallar sus razones para rechazarla. Para Arana, desde el punto de vista ambiental la idea “no parece tener sentido”, dijo al diario Últimas noticias. Por otra parte, indicó que “habría que ver quién se hace cargo de los costos, que seguramente serían millonarios”. “Si se hiciera un ducto, debería tener una cierta inclinación para que los deshechos se fueran por gravedad, porque de otra forma habría que bombearlos y bombear deshechos a lo largo de 30 kilómetros no debe ser una tarea fácil. Si fuera por gravedad, habría que dar un centímetro o un centímetro y medio de inclinación. Si llevamos eso a una extensión de 30 kilómetros, no habría posibilidad de extenderlo, ya no digo en el Río de la Plata, sino probablemente en el océano Atlántico”, consideró. Asimismo, en otras declaraciones, sostuvo que la obra debería ser financiada por Botnia y no por el gobierno uruguayo, ya que “las externalidades” que se puedan generar por las instalaciones privadas tienen que ser asumidas por las propias empresas. “De todas maneras, esto es una especulación. Si es que viene esta propuesta, será analizada por los técnicos y las condiciones que se planteen serán analizadas por nuestro Ministerio en particular, quizá también por el de Industria, y cualquier decisión que vaya más allá de nuestras responsabilidades, deberá asumirla la voz oficial de la Cancillería o de la Presidencia de la República”, afirmó. Arana también cuestionó a Kirchner por haber dicho que la papelera genera contaminación visual, dado que “hay monumentos excelsos en lo que refiere a industrias”. Y agregó: “Me perturba y me molesta muchísimo que se diga que, por ser industrial, una obra arquitectónica contamina”. Incluso afirmó que “se han fraguado fotografías para dar como contaminante una empresa que no lo es”. No quieren a Chávez El gobierno argentino remarcó ayer su voluntad dialoguista y, en ese marco, instó a respetar la tarea de buenos oficios que realiza el rey de España, Juan Carlos I, quitando chances a la intervención del presidente venezolano Hugo Chávez, como proponen los asambleístas de Gualeguaychú. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, no le otorgó entidad a la posibilidad de que Chávez pueda sumarse para mediar. “El facilitador del diálogo es su Majestad el rey de España”, respondió a una consulta puntual sobre la iniciativa de la Asamblea Ambiental. El jefe de Gabinete dijo que siguen adelante las gestiones “facilitadoras” del embajador español Juan Antonio Yáñez Barnuevo, y alentó a esperar “la evolución” de su trabajo. Sobre la decisión de evitar bloqueos a los buques entre Buenos Aires y Colonia, el ministro aseveró que el Gobierno garantizará la libre circulación “sin ninguna intención de colisionar con nadie” y “sin actitudes pendencieras”.