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ntre tanto y por efecto rebote de la operatoria que se registra en el Mercado de Chicago, las cotizaciones de la oleaginosa siguen en ascenso y en los últimos días superaron los 195 dólares por tonelada. Datos difundidos hoy por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señalan que las lluvias casi periódicas de las últimas semanas, ocurridas en parte de las regiones productoras, determinaron un menor ritmo en las coberturas, pero luego continuaron sin ralentizarse. Así, se pudo completar la mayor parte de las siembras de primera ocupación que finalizaron y se avanza más lentamente en la concreción de las de segunda ocupación (implantadas inmediatamente después de la cosecha del trigo). De estas últimas quedan muy pocas áreas por cubrir en el este de Córdoba y en el sudoeste de Entre Ríos, mientras que en el centro sur de Santa Fe y el extremo norte de Buenos Aires, la totalidad del cultivo fue implantado. Más al sur, en tanto, solo quedan pendientes siembras de segunda, subraya el reporte privado. Agrega que todas estas regiones que componen la región líder habrían sembrado un 90 por ciento del área total intencionada para el cultivo de segunda ocupación y, el centro norte de Córdoba y Santa Fe cubrieron a la fecha del relevamiento el 73 por ciento de la superficie intencionada. Una situación similar se presenta en áreas de Entre Ríos donde las lluvias fueron muy abundantes y también el clima lluvioso demoró la implantación en el sudeste de Buenos Aires, determinando, sin embargo, un impacto favorable en los cultivos implantados que soportaron estrés hídrico hasta las lluvias del 2 de diciembre. Más allá de los inconvenientes que el clima húmedo generó en el ritmo de la implantación, resulta sumamente útil para la evolución del cultivo implantado en la casi totalidad de las zonas productivas del país. En el este de Córdoba y en regiones centrales de Santa Fe entre un 30 a un 40 por ciento de las sojas tempranas de primera siembra están en procesos reproductivos, en muy buenas condiciones de humedad, apoyadas por una buena recarga del perfil de los suelos. En el sur de Santa Fe y en el norte de Buenos Aires transitan en los estados vegetativos que comprenden entre 4 a 5 nudos bajo inmejorables condiciones y cerrando el surco, en tanto que muy buenas condiciones se presentan hacia el noroeste bonaerense, desarrollando mayoritariamente la fase vegetativa. También en formación de nudos (aún vegetativas) se encuentran los cultivos en el norte de La Pampa con buen aspecto hacia el nordeste, pero desmejorando hacia el noroeste de la región. Asimismo, en el centro y norte de Santa Fe, las lluvias entorpecen las siembras pero favorecen la evolución vegetativa de los plantíos ya sembrados, aunque las precipitaciones ralentizan la implantación en las provincias norteñas, pero la recarga de agua en los suelos favorecerá siembras posteriores y desarrollo iniciales en los cultivos ya implantados, subraya el relevamiento. Además, en el Chaco se implantan los grupos de madurez 7 y 8 con perspectivas de que el cultivo ocupe muchos lotes que no se sembraron con girasol y en Santiago del Estero la mejora hídrica posibilitó un alto nivel en la implantación, así como óptima condición que desarrollan en estados vegetativos. Fuente: DyN