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elisa Simioli para Informe Digital Las pancartas con las imágenes de los asesinados, sus nombres y fechas, nuevamente fueron colgadas en las puertas de Tribunales en calle Laprida. Como desde hace varios años, este viernes un grupo de alrededor de 20 familiares llevan adelante la última vigilia del año en reclamo de justicia. Carmen, la viuda del remisero Roque Grinóvero, recordó a INFORME DIGITAL que “hoy se cumplen los tres años de su asesinato”. La mujer refirió que “estamos acá en Tribunales como tantas veces hemos estado en vigilia, pidiendo justicia”, e inmediatamente agregó: “la verdad es que es una forma de decir pedir justicia, porque ya en la justicia del hombre no creemos, por mi parte creo en la justicia divina y de esa nadie se puede salvar, yo lo dejo en manos de Dios, sé que él va a hacer justicia”, manifestó la señora con un halo de resignación en su voz. “La justicia del hombre acá en la tierra deja mucho que decir, prácticamente estoy descreída de la justicia de acá, ya no tengo esperanza”, sintetizó Carmen. Contó además que “en mi causa se han perdido muchas pruebas en manos de la policía, y entre jueces y policías se tiran la pelotita uno a otro, que la policía no hace las cosas como debe ser y la policía dice que ellos los detienen pero los jueces por otra puerta lo largan y así van las causas”, se quejó. Asimismo, mencionó que “todas las semanas tenemos un caso nuevo en nuestras rondas y no queremos eso”. Ante una consulta de esta página, Carmen expresó: “mi sensación es mucho dolor, mucha angustia…”, y las lágrimas colmaron sus ojos celestes, sin permitirle continuar con sus palabras. “Los asesinos matan a una familia entera” Miguel Marangoni, el papá de Dante Marangoni, el joven que fue asesinado por Walter Jesús Kostich en el año 2003, también participó de la vigilia. “Hoy es un día triste para todos, porque el dolor está instalado en toda la familia, estos asesinos no matan solamente a un apersona, matan a una familia entera”, refirió el hombre. En relación al acompañamiento por parte de la sociedad en este largo reclamo, Marangoni dijo que se sienten “muy poco acompañados por la sociedad, la gente mira de reojo, hasta que no le toca no saben lo que uno está pasando, nosotros no le deseamos a nadie esto pero querríamos que la gente tome conciencia un poco más y acompañe un poco más, por lo menos para que nosotros nos sintamos más fuertes para seguir luchando por estas injusticias”, reflexionó. En el caso de Marangoni “el juez de turno, apresuradamente, medio a lo Pilato, caratuló esa causa como homicidio culposo, cuando es claramente una causa simple con dolo eventual, un tipo que disparó pero por suerte chocó más adelante tres o cuatro autos más, sino hasta ahora lo tendríamos que andar buscando”. “Yo creo que ese juez, que por suerte hoy no está, no supo medir las consecuencias ni el perjuicio que causó esa persona”. El padre contó que “por suerte tengo dos abogados que hicieron la presentación que el juez correccional le dio lugar, quedó firme y esa causa pasó a la Cámara, o sea que se va a elevar a juicio”, por lo que “fue un paso muy importante que se dio”. El señor Marangoni confirmó que él mismo averiguó que hoy el asesino de su hijo vive con su familia en el sur. “Ya no creo en nadie” Nancy Goró es hermana de Ariel Cristian Goró, el joven que fue asesinado en la puerta de su casa por el policía Sergio Palma en el 2004. “El 19 se cumplen dos años”, refirió Nancy, y señaló a INFORME DIGITAL que “la causa fue guardada en el cajón de un escritorio, ahí quedó, la persona ésta es un milico, y seguramente por ser milico se guardó así, nunca se tomaron pruebas bien como se tenían que tomar y quedó ahí, nunca se hizo nada”. “El asesino anda por la calle”, indicó indignada, para agregar que “yo soy más que nada la que represento a la familia y me agrede en la calle, con burlas, y seguramente va a querer hacer lo mismo como con mi hermano, apretar el gatillo”. “La ley acá no existe, no hay esperanza, hay muchas trabas”, remarcó en cuanto a su caso, “cosas que cuando se tuvieron que hacer no se hicieron, lo fueron a buscar al asesino después de tres días, cosa que lo tuvieran que haber detenido en seguida”, lamentó. “La contención que tenemos hoy en día para mí y para mi familia es la Asociación”, ya que “nos contenemos unos a otros y salimos adelante”. En cuanto a la reacción de la gente común ante sus reclamos de justicia, Nancy comentó que “la gente agarra y mira para un costado”, tal vez porque “te tiene que pasar para comprender”. “Ya no creo en nadie hoy”, dijo para finalizar la joven, “no tengo esperanzas en nadie”.