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anta Elena, De nuestro corresponsal “Más de 7.000 personas acompañaron la marcha contra la violencia que se organizó en Santa Elena, en repudio al vandalismo demostrado por una treintena de personas el pasado 11 de noviembre”, fue la versión oficial que difundió el intendente Rossi en un comunicado de la Municipalidad de Santa Elena. En realidad, fueron unas 1000 personas las que acompañaron a Rossi en el “operativo clamor” organizado por él mismo. El acto partió desde la sede del Partido Justicialista para finalizar en la esquina de Buenos Aires y Eva Perón. Rossi se dio así la oportunidad de mejorar la escasa concurrencia que lo acompañó hace apenas una semana donde con el mismo motivo la concurrencia no supero las 250 personas. El cartel de Rossi La movida se comenzó a tejer temprano del oficialismo y el número de concurrentes podía haber sido superior, pero el acostumbrado clientelismo, esta vez le jugó en contra al intendente. Fue el propio municipio el que se encargó de fabricar carteles con los nombres de los barrios más populares para que la manifestación pareciera “pluralista”. “A mi que me paguen si quieren que les lleve el cartel”, fue una frase común entre las familias que optaron por no asistir ante la ausencia de “efectivo” para el acto. De alguna manera esto perjudicó al intendente en el número, aunque lo benefició en poder manifestar – como lo ha dicho en radios de la ciudad – “gente comprometida con esta gestión municipal”. Igualmente no es comprobable si los asistentes no tuvieron “otros incentivos” que desde aquí se desconocen. Sus palabras Como corolario de esa marcha, Domingo Daniel Rossi hizo uso de la palabra, oportunidad en la que sintetizó su labor en 3 años de gobierno, recalcando las 19 lámparas que tenía entonces la Plaza Centenario, lugar del encuentro, y la iluminación a giorno que tiene hoy, y así repasó la instalación de la estación de gas comprimido en Quebracho, la inversión de Tres Arroyos, el proyecto porcino de la misma empresa que está paralizado por la usurpación de campos, la construcción del velódromo, único en las provincias de Entre Ríos y Corrientes, la pileta de natación para el profesorado de educación física, las 120 viviendas, el agua potable para el barrio Cristo Redentor, pavimento, cloacas, iluminación en todos los barrios, por ejemplo: Santa Elena III, Santa Elena II, Santa Marta, 3 de Febrero, Palomar, Fátima, Villa Urquiza, Martín García y la monumental inversión de Promeba en barrio 25 de Mayo, lo que ha invertido la municipalidad en la zona turística así como el sector privado, mediante concesiones de explotaciones comerciales, la compra del ex Barrio Inglés, donde se desarrollará un proyecto turístico y la ya instalada villa universitaria, con la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos y el Instituto de Educación Superior de Santa Elena, donde se dicta el profesorado en educación física y otras carreras terciarias. Finalizando su alocución, Rossi resaltó la mano de obra que ocupará la construcción de puentes sobre el Río Feliciano en El Quebracho, y la prácticamente confirmada reapertura del frigorífico que se produciría en la segunda quincena de enero de 2007, y que ha sido el resultado del corte de ruta operado el año pasado, cuando más de 12.000 santaelenenses interrumpieron el tránsito en la ruta nacional 12, exigiendo al gobierno provincial y nacional que tomen la determinación de vender la planta industrial al empresario Sergio Taselli. Agradeció al pueblo que lo acompaña y también oficialmente se difundió: “y que seguramente lo acompañará a partir del 10 de Diciembre de 2007, cuando asuma nuevamente como intendente, pues así lo indican todos los caminos que habrá de suceder el 18 de marzo cuando se realicen las elecciones generales”, en un claro mensaje de que insistirá con su reelección si la justicia se lo permite.