E

l indicador que dará cuenta de esto es el resultado financiero, el cual por primera vez en cuatro años dará saldo negativo, próximo a los $ 300 millones. Esto implica la desaparición del ahorro neto provincial, merced al peso del gasto salarial y los servicios de deuda (unos $ 9.800 millones correspondientes a estos últimos), dos ítems que ejercerán aún más presión durante el año próximo ciclo, el cual estará marcado a fuego por las elecciones de presidente y gobernadores de octubre. El «gasto de campaña» hará su trabajo y ya comenzó a estar contemplado en los presupuestos provinciales, en tanto que en el caso de las obligaciones a pagar por deuda pública, serán unos 13.100 en 2007, es decir, un aumento de 33% respecto de este año. Este achicamiento del excedente fiscal de los gobiernos provinciales que ya se palpa en 2006 se inició en el período 2004-2005, como consecuencia de un incremento superior de los gastos respecto de los ingresos, lo que da a conocer la falta de solidez en la situación fiscal de las economías regionales. El contraste es muy fuerte con un Estado nacional cada vez más rico. Un informe del Instituto de Estudios Económicas de Fundación Libertad da cuenta de esta delicada situación de las finanzas del conjunto de las provinciales, pese a que al menos en 2006 la expectativa es mantener un superávit primario en torno a $ 1.800 millones. Veamos un resumen del trabajo: c Para el año en curso, las proyecciones indican que el consolidado de provincias registrará un déficit financiero del orden de los $ 300 millones, mientras que el resultado primario sería positivo en una suma cercana a los $ 1.800 millones. c En los tres últimos años se han observado superávits financieros que ascendieron a $ 1.629 millones en 2003, $ 4.840 millones en 2004 y $ 1.759 en 2005. Es decir que en el período 2004-2005 el resultado positivo registró una caída de 64%. c En términos del PBI, el superávit fiscal positivo fue equivalente a 0,4% del Producto en 2003, pasando a 1,1% en 2004 y cayendo a 0,3% en 2005. c Los gastos totales para el total de distritos se incrementaron en 70% en el período 2003-2005, y los ingresos hicieron lo propio a una tasa de 67%. c La escalada en el nivel de ingresos entre 2003 y 2005 se debió tanto al buen desempeño que ha tenido la recaudación tributaria provincial como al crecimiento de las transferencias hacia las economías regionales por parte del gobierno central. Sin embargo, la tasa de crecimiento de los recursos corrientes sufrió una desaceleración, pasando de 33% a 22%. c Hubo una caída en el resultado financiero a partir de 2005, como consecuencia de una mayor expansión en los egresos (32%) que en los ingresos (24%) para el período 2004-2005. c Este nuevo cuadro fiscal es explicado en gran medida por los aumentos salariales que las provincias debieron contemplar para el millón y medio de empleados públicos que trabajan en este nivel de gobierno, así como por la expansión en inversión real directa. El aumento observado para el período 2003-2005 de ambas partidas se ubica en el orden de 60% y 166%, respectivamente.